lunes, 24 de junio de 2013

#63. Fahrenheit 451, de Ray Bradbury. Microguía de lectura en vídeo

Amablemente me han enviado noticia de este vídeo sobre Fahrenheit 451, son dos minutos y medio y vale la pena verlo.

Los no muy angloparlantes pueden acceder a una transcripción del texto debajo del vídeo.

Dada la temática de la novela, es curioso que se haya elegido justo esta obra para presentarla en este formato. El propio hecho tiene un punto de meta-comentario, ¿no?

jueves, 20 de junio de 2013

#62. Inferno, de Dan Brown. Reseña de Santiago Bergantinhos

Esta es la primera reseña perteneciente al género de la novela épica. Narra la gran gesta de Santiago Bergantinhos, una persona anónima que cursó con aprovechamiento la enseñanza general obligatoria y el bachillerato unificado polivalente, por lo que tiene superpoderes tales como saber que en el siglo XIII ya no había Imperio Romano ni este estaba en Venecia. Un héroe de nuestro tiempo, vamos.

Como un Dante cualquiera, Bergantinhos se adentra en el infierno, perdón, en Inferno, atravesando sus 104 círculos o "capitulinos" para salir por el otro lado diciendo, como Gila, "Jo, me habéis matao al hijo; pero, ¿y lo que me he reído...?".

Son 134 páginas en Times New Roman de 12 puntos. Ya lo digo, pura novela épica.


Santiago Bergantinhos (2013). Inferno. La danbrowntesca exhibición de la bajeza literaria, científica y moral. La realidad estupefaciente, 5 de junio de 2013.


En ninguna otra parte encontrarás análisis de conceptos tan fascinantes como cerebelo aerodinámico a partir de herramientas teóricas ya imprescindibles como el narrador inconsciente (la versión de Dan Brown del narrador omnisciente), el bercelismo, o el capitulino supermiérder.


Y esta cita es el mejor resumen de la novela:

"—La pistola de Vayentha estaba cargada con balas de fogueo —dijo—. Y lo que ha hecho es detonar por radiocontrol una bolsa de sangre que el doctor Marconi llevaba en el pecho. Él se encuentra bien, por cierto.
Langdon cerró los ojos sin dar crédito a todo lo que estaba oyendo."

Si el propio protagonista no da crédito a las explicaciones inventadas por Dan Brown, ¿cómo se las va a creer el lector?

¡Eres un puto aficionado, Lovecraft, un inútil! ¡Tus obras no son un riesgo para la cordura ni nuestra forma de ver el mundo! ¡Dan Brown te da sopas con honda! ¡Lo lovecraftiano no tiene nada que hacer frente a lo danbrowntesco, nada! ¡Él, él sí que está escribiendo El Necronomicón, cada una de sus obras es un volumen de El Danbrownmicón, y cuando termine de escribirlo el mundo desaparecerá ahogado en sangre! ¡Moriremos todos entre horribles sufrimientos! Él, y no Dante, es el que mejor ha descrito el Infierno y las penas que en él nos aguarda. En cada círculo del Infierno sólo existe una tortura, y es leer Inferno de Dan Brown, y cuantos más pecados tengas, más veces te lo hacen leer.

lunes, 10 de junio de 2013

#61. CF mundana. Artículo de Ted Chiang

Los "mundanos" fueron un mini-movimiento probablemente ya muerto. "Literatura mundana" (mundana, por relativa al mundo) es una (¿antigua?) expresión para referirse desde el dentro a la literatura "realista" o "mimética" por oposición a la ciencia-ficción. Por tanto, la "CF mundana" pone en primer plano la tesis de que la CF ha incumplido su promesa de literatura estrictamente basada en lo científicamente plausible. Viajes por encima de la velocidad de la luz, viajes en el tiempo, superhombres de todo tipo, alteraciones de la historia, encuentros con extraterrestres, serían anomalías escapistas convertidas en la norma al pasar las décadas.

La diferencia entre la CF dura y la CF mundana está probablemente en su proyecto político, por así llamarlo. Para los mundanos, la CF debería huir de los argumentos escapistas y centrarse en tratar de delinear y dilucidar nuestros problemas del futuro inmediato. ¿Qué es más importante: que según lo que sabe la ciencia es posible que exista una partícula elemental cúbica de un metro de arista (Artefacto, de Gregory Benford) o que, según lo que lo sabe la ciencia, es posible un colapso del ecosistema terrestre en el plazo de 50 años?

El blog mundane-sf.blogspot.com, ya inactivo, dedicó bastante esfuerzo al mundanespotting, es decir, a revisar cual censores las revistas de CF para subrayar que la proporción de relatos allí publicados que incumplen el criterio de la plausibilidad científica es asombrosamente grande.

Por alguna razón, o simplemente porque el dentro es así, el mundanismo atrajo una gran controversia, totalmente desproporcionada con el volumen de obras producidas bajo su bandera. Una guía muy completa es la siguiente.


Ritch Calvin (2009). Mundane SF 101. SFRA Review 289, 13-16.


Los mundanos salieron a la luz en 2004 encabezados por Geoff Ryman. Al año siguiente aparecía Aire, causando gran confusión ya que se la esperaba como prototipo de novela mundana, una demostración de lo que podía esperarse del movimiento, cuando en realidad había sido escrita antes de la concepción del manifiesto mundano. Por ello, Ryman niega no solo que Aire fuera concebida como portaestandarte mundano, sino también que Aire sea de hecho CF mundana.

Y aquí es donde entra a dar otra vuelta de tuerca Ted Chiang, quien debe de tener un sentido del humor muy especial.


Ted Chiang (2008). Is Air mundane? Extrapolation 49, 211-213.


En esta nota, escrita en un estilo condensado similar al de sus relatos, Chiang consigue desarmar por entero el concepto de "CF mundana", criticando el presupuesto de que la herramienta para conseguir los fines de la CF mundana haya de ser, precisamente, ciencia-ficción. Aire sería un ejemplo de ciencia-ficción que, siendo lejanamente compatible con el ideario mundano, consigue sus fines a través de la incorporación de elementos fantásticos más allá de la ciencia-ficción.

Air offers a proof by example that fantasy tropes can be used to good advantage in a story about globalization and the effect of technology on the third world. I personally believe that adherence to real science is a worthy goal for sf writers, but I do not think it is either a necessary or sufficient condition for fiction that is relevant to the issues facing our world today.

lunes, 3 de junio de 2013

#60. Memorias del cerebro. Artículo de Jason Tougaw

Este artículo presumiblemente dejará pronto de estar disponible gratis, así que recomiendo a los interesados que guarden una copia si les parece.

Con la expresión "memorias de un cerebro" (brain memoirs) Tougaw se refiere a narraciones (auto-)biográficas centradas en cambios físicos o fisiológicos en el cerebro y cómo afectan a la vida del protagonista. Normalmente el foco está en una búsqueda del sentido de "qué es lo que me ha pasado", "qué soy yo y por qué tengo menos control de mi yo que el que tienen unos procesos físico-químicos en mi cerebro". El relato más conocido de este tipo de casos y que ha hecho cuña en el mundo editorial es El hombre que confundió a su mujer con un sombrero de Oliver Sacks.

El artículo es en parte artículo y en parte reseña de seis libros recientes: uno desde la perspectiva neurocientífica, uno desde la filosófica, y cuatro "memorias de un cerebro". El hilván es bastante hábil y sortea el peligro tanto de hacer un artículo-Frankenstein sobre un material tan heterogéneo como de usar los textos como mera fuente de citas sesgadas para apoyar unas tesis pre-establecidas.


Jason Tougaw (2012). Brain memoirs, neuroscience, and the self: a review article. Literature and Medicine 30, 171-192.

In 1960, twelve-year-old Howard Dully endured a transorbital lobotomy, involving the insertion of a surgical instrument through his eye socket to sever connections between his frontal cortex and the rest of his brain. In 1996, Jill Bolte Taylor, a brain anatomist, witnessed her own disorientation when she suffered a stroke one morning as she prepared to go to work. In 2004, Alix Kates Shulman awoke in the middle of the night to find her husband unconscious after having fallen from the loft bed in the remote coastal cabin she used as a writing retreat. In 2006, Siri Hustvedt felt and watched her body convulse, her arms flail, and her skin discolor while she delivered a eulogy at a memorial for her father. These shocking experiences frightened Dully, Taylor, Shulman, and Hustvedt—but they also fascinated them—because they made philosophical or abstract questions about the connections between body, mind, self, and world physically and experientially concrete. All four have written brain memoirs that document their suffering and fascination, chronicles of the push-pull between their selves and their brains.

Una de las contradicciones que se achacan a veces a la ciencia-ficción es tratar de hablar del futuro desde una concepción de "qué es ser una persona" heredada de las novelas del siglo XIX. Por tanto nunca está mal enterarse de qué es lo que se está diciendo a la altura de 2010 sobre "qué es ser una persona".