miércoles, 15 de mayo de 2013

#57. Ciencia-ficción en los periódicos (sí, lo de Angelina Jolie)

El caso es que a mí me recuerda a la rinoplastia que Ballard le hizo a la reina de Inglaterra, y también a Limbo. Pero no perdamos de vista lo esencial: anteayer, esto era ciencia-ficción; desde ayer, ya no.


Denise Grady, Tara Parker-Pope, Pam Belluck (2013). Jolie’s disclosure of preventive mastectomy highlights dilemma. The New York Times, 14 de mayo de 2013.


Sería interesante escribir un relato-collage sampleando el tratamiento mediático de este asunto, combinando con unos cuantos párrafos de descripción técnica de la operación de mastectomía, y las opiniones reales de tus vecinos/as. Lo mejor sería formar párrafos o frases frankensteinianas; que se noten los cortes. Claro que también sería un poco démodé.

También pondríamos algo de viajes de cohetes al espacio.

lunes, 13 de mayo de 2013

#56. Intestate. Reseña de Abigail Nussbaum

Strange Horizons ha comenzado una sección de reseñas de relatos cortos. De forma bastante razonable, comienzan por un relato de la ganadora del Hugo 2012, Charlie Jane Anders.

En este caso, mucho más interesante que la reseña incluso (y probablemente que leer el relato) es el intercambio de puntos de vista en los comentarios.


Abigail Nussbaum (2013). Short Fiction Snapshot #1: "Intestate" by Charlie Jane Anders. Strange Horizons, 25 de febrero de 2013.


La reseña incide en la idea de la literalización: bajo las reglas de la ciencia-ficción, uno puede amplificar cualquier fenómeno sutil sobre el que sea complicado hablar, obligando al lector a afrontar como hecho literal lo que, en el uso habitual, es solo un modo figurativo de hablar. En este relato, un científico ha reemplazado a lo largo de los años partes de su cuerpo por órganos artificiales inventados por él. Al cumplir 80 años, se reúne con sus hijos, los cuales esencialmente pelean por su herencia... que será, literalmente, trozos de su padre, patentables y comercializables.

Nussbaum recuerda ejemplos paradigmáticos como el uso de la dilatación temporal en La guerra interminable para comunicar la sensación de desplazamiento de los soldados al volver de la guerra de Vietnam. Yo (que además considero La guerra interminable una novela perfectamente olvidable, aunque admire esa gran idea) tiendo a acordarme de casos más pedestres como cuando Dick, en Sueñan los androides, describe el odio entre cónyuges a través del uso perverso del "órgano Penfield" (por cierto: Penfield es este Penfield) para adoptar el estado de ánimo en el que se va a ser capaz de hacer más daño al otro en una discusión. No solo programarse un estado de ánimo que va a provocar una discusión, pudiendo programar el que, haciendo que nos llevemos estupendamente, va a prevenir la discusión, sino hacerlo sin más intención que la de minar y destruir al otro. O al menos defenderse, atacando, del posible intento del otro (la situación del Sr. y la Sra. Deckard es idéntica a la que aparece en el dilema del prisionero).

Hay una ambigüedad difícil de resolver en si, en cada caso, ese carácter alegórico es intencionado y pretende canalizar explícitamente una reflexión, o simplemente es lo que al autor se le ocurrió espontáneamente, o el tipo de idea que a uno se le ocurre al pensar en "modo CF". Incluso en el caso de Haldeman, yo no vi evidencia interna en La guerra interminable de que realmente pretenda ser una reflexión alegórica sobre la guerra de Vietnam. Quizá simplemente su propia experiencia como veterano de esa guerra le hace natural el enfoque que adopta. En el relato El pusher (Hugo 1982) de John Varley, el problema de la dilatación temporal es que te sientes solo al volver; la escala temporal del relato es suficiente para que pudiera plantearse el shock de que "la sociedad se ha vuelto absurda" pero en realidad se incide en lo contrario: aunque cambien los hábitos de vestimenta, siempre se puede reconocer a un policía de paisano. Por ello, quizá hablamos de algo que para Haldeman es obvio a partir de su propia experiencia personal y le era imposible concebir que en su novela ocurriera de otra forma, más que un intento deliberado de encontrar un lenguaje metafórico.

miércoles, 8 de mayo de 2013

#55. Videojuegos. Artículo de Jonathan McCalmont

Ayer en el blog del amigo McCalmont.


Jonathan McCalmont (2013). Like worms in the belly of some great beast: family values and Crusader Kings II. Ruthless Culture, 7 de mayo de 2013.

Much like Europa Universalis IIICrusader Kings II can be interpreted as a critique of a social institution in that it exposes not only the moral failings of that institution but also of the players who take control of the institution in the context of the game. However, while the Europa Universalis series demonstrates our willingness to surrender our principles for the sake of bureaucratic expediency, Crusader Kings II targets an institution that is much closer to home: The family.

domingo, 5 de mayo de 2013

#54. La posibilidad de una isla. Reseña de John Updike

Un método fácil para descartar novelistas es el siguiente: abres al azar y lees una frase; si no es buena, pues no lees nada de ese autor. En mi caso solo hay un novelista que haya pasado por este test dos veces, y además estoy dispuesto a darle otra oportunidad en algún momento indeterminado del futuro: Michel Houellebecq.

(Últimamente me he vuelto peor aún: si un título no me parece bueno, no leo nada de ese autor. Así ya no tengo que abrir el libro. Rarezas que se agudizan con los años...)


En cierto sentido surge la pregunta de por qué he escogido estas tres reseñas, que no es que sean excepcionales por su calidad. Pero, como otras veces, me parece interesante el efecto conjunto de la yuxtaposición. Como en la parábola de los ciegos y el elefante, no parecen estar hablando de lo mismo, y no parece posible saber qué es Houellebecq reconciliándolas. Cada una da una visión coherente, y por tanto cada una miente sobre la totalidad. Digo yo, que he leído dos frases de Houellebecq.


John Updike (2006). 90% hateful. The New Yorker, 22 de mayo de 2006.


Nor is Houellebecq, shrill and even silly as he can be, entirely without literary virtue. His four novels—“Whatever” (1994), “The Elementary Particles” (1998), and “Platform” (2001) are the three others—display a grasp of science and mathematics beyond that of all but a few non-genre novelists. He is anthropologically alert to the deeper trends behind contemporary news, fashion, and mores ... His sociological/psychological/philosophical vocabulary opaquely thickens around his core topic—Pascal’s, after all, and La Rochefoucauld’s—of human isolation and unhappiness


Michel Basilière (2013). Book Review: The Map and the Territory, by Michel Houellebecq. National Post, 13 de enero de 2013.


The Map and the Territory shares techniques with its predecessors, of course — the dry, almost scientific language describing the erratic behaviour of this strange human species, the narrative that begins as contemporary and continues into the future (making them in this and other respects science fiction novels), the complete failure of the characters to fulfill any human sense of happiness or purpose in the world, their indifference to their cold, industrial surroundings.


Iván Fernández Balbuena (2006). Michel Houellebecq La Posibilidad de una Isla. Memorias de un friki, 23 de febrero de 2006.


Claro, así es muy sencillo escandalizar, hasta el más tarugo puede hacerlo, así que si ese es el mérito de este escritor, bien pobre me parece.