jueves, 19 de septiembre de 2013

#69. Las nuevas tecnologías de 2013

Resulta que el MIT tiene una publicación que bien podría ser parada obligada para quien quiera pescar tecnologías del futuro próximo de cara a escribir una novela de ciencia-ficción. Ya saben que el mundo está mu raro y no es que la CF escrita en 2013 ya no prediga la tecnología de 2050, sino que tiene serios problemas para predecir la de 2010.

Cada año, MIT Technology Review hace una selección de tecnologías emergentes. ¿Esa selección funciona? Bueno, en la lista de 2001 tenemos por un lado la minería de datos, que ahora está empezando a darnos dolores de cabeza a los ciudadanos y cuya relevancia solo puede seguir creciendo en el futuro, junto a los sistemas DRM, que parece que han fracasado completamente. En la lista de 2013 tenemos los implantes de memoria; veremos en 2025 qué tal va ese tema.


10 Breakthrough technologies 2013


Antes del verano dedicaron un monográfico a la confluencia de la creciente potencia de la minería de datos y la creciente abundancia de datos de carácter personal que se acumulan en algún servidor...


Big data gets personal


en el que es imprescindible lectura el siguiente artículo:


Patrick Tucker (2013). Has big data made anonymity impossible? MIT Technology Review, 7 de mayo de 2013.


La idea con la que uno tiene que quedarse es que "anonimizar" los datos eliminando las referencias personales (nombre, dirección, etc.) es ya inútil, puesto que, cuando los datos generados por un individuo son suficientemente complejos, cobran vida propia y autoconsciencia y... No, no cobran vida propia pero sí ocurre que los datos de cada persona se hacen característicamente únicos y distinguibles de los de cualquier otra.

Por ejemplo, lo más probable es que ninguna otra persona sea miembro de exactamente los mismos grupos de Facebook que tú. Así que esa lista de grupos te identifica igual que tu nombre. Si Facebook vende datos sobre tu uso de la red social, ¿qué más da que no divulgue a quién corresponden, si el propio contenido de los datos identifica a una única persona entre los mil millones de usuarios?

Much of this data is invisible to people and seems impersonal. But it’s not. What modern data science is finding is that nearly any type of data can be used, much like a fingerprint, to identify the person who created it: your choice of movies on Netflix, the location signals emitted by your cell phone, even your pattern of walking as recorded by a surveillance camera. In effect, the more data there is, the less any of it can be said to be private, since the richness of that data makes pinpointing people “algorithmically possible,” says Princeton University computer scientist Arvind Narayanan.

We’re well down this path already. The types of information we’ve thought of as personal data in the past—our name, address, or credit card records—are already bought and sold by data brokers like Acxiom, a company that holds an average of 1,500 pieces of information on more than 500 million consumers around the world.

Para redondear la cuestión, el siguiente artículo deja claro que la imaginación es el único límite a lo que se puede extraer de un conjunto de datos suficientemente grande. En este caso, se han tomado todas las fotos subidas a Instagram en varias ciudades del mundo en cierto periodo de tiempo (más de dos millones de fotos). A partir de ahí, es un ejercicio de "limón+exprimidor=zumo".


Nadav Hochman, Lev Manovich (2013). Zooming into an Instagram City: Reading the local through social media. First Monday 18(7).


Desgraciadamente, echar un ojo casual a los dibujitos no basta para tener claro qué información hay en ellos. Por ejemplo, la figura 7 implica que se puede averiguar automáticamente en qué ciudad se ha tomado un conjunto de fotos, sin necesidad de identificar los lugares que aparecen retratados. La figura 15.(a) significa que se puede detectar automáticamente que un día se han hecho muchas más fotos de noche, aun sin saber la hora a la que se hizo cada foto (esa información sí se usa en la figura 14). En la figura 20 tenemos los movimientos por Tel-Aviv de personas individuales que, imagino, se pondrían nerviosas si vieran ese gráfico.

Yo me pondría.

lunes, 16 de septiembre de 2013

#68. El cine de "yo no soy yo". Artículo de Neal King

Otro artículo sobre cine, que trata muchas películas de ciencia-ficción desde un ángulo inhabitual.


Neal King (2008). Secret agency in mainstream postmodern cinema. Postmodern Culture 18(3).


El punto de partida es el gran número de películas de las últimas dos décadas o así en las que el protagonista descubre que es un espía sin él mismo saberlo. "Espía" es un término general que incluye agentes secretos, terroristas, etc.

(A partir de aquí mi reflexión, en lo poco que valga.)

En Con la muerte en los talones, Cary Grant viene a ser un "espía sin saberlo", en tanto que el resto de los personajes equivocadamente le toman por tal y él tiene que acabar primero renunciando a convencerles de que él es él, no un espía, y luego, pasado un punto de ruptura, asumiendo por propia voluntad el comportamiento, los razonamientos, y los rasgos de personalidad que él imagina en un espía.

El giro "posmodérnico" a esto, claro, es que el protagonista no se ve envuelto en líos de espionaje por un malentendido entre él y otra persona, sino entre él y la propia realidad. Así, Schwarzenegger estaba tan convencido en Desafío total de ser un obrero de la construcción como el protagonista de Un hombre llamado caballo de no ser un cuadrúpedo equino. Pero en la interpretación literal de lo que vemos, son los demás y no él quien tiene razón (yo prefiero la interpretación en la que nunca llega a salir de las oficinas de Rekall, aunque no sea así en el relato original).

En el fondo lo que parece radicar es la triste y embarazosa confusión posmodérnica de la realidad y la "construcción social de la realidad". ¿No mola que el protagonista descubra que la "construcción social" es realmente más real que aquello de lo que él no duda, que es la verdad que Cary Grant es un espía porque eso está en correspondencia con la construcción social de los que le rodean? Y, si eso puede pasar en la ficción, ¿no será también realmente así en la realidad, ya que la realidad no es más que otro relato?

Por eso, aunque estas películas capturen una genuina angustia contemporánea del individuo ante un paisaje de cambios acelerados que le obligan a reinventarse (hoy oficinista de una multinacional, mañana artesano online), o ante su sumisión a fuerzas remotas que alteran su vida por medios que no comprende, como constructo intelectual son un asco.

En todo caso, el efecto "yo no soy yo" se ha devaluado tanto que en un episodio de 2011 del Doctor Who el tema aparece y se resuelve (o disuelve) en segundos.

lunes, 9 de septiembre de 2013

#67. Películas difíciles y Avatar. Artículos de Thomas Elsaesser

¡Una combinación improbable pero posible!

Elsaesser es muy agradable de leer, y recomiendo a quien esté empezando a escribir artículos académicos que analice sus textos, porque tiene una técnica muy buena. Por una parte es muy hábil integrando enfoques distintos sin que el texto deje de fluir de forma muy natural, y la estructura de los artículos está muy planificada. Igualmente me gusta que suele empezar partiendo de un ejemplo muy concreto para enganchar al lector casual.

El primer artículo reflexiona sobre lo que él llama "mind-game films" y que también se ha llamado "puzzle", "mindfuck", "mind-bender", "mind-tricking" y de otras maneras. Son películas cuya estrategia narrativa obstaculiza la comprensión de la realidad diegética (o sea, lo que pasa en la película) por parte del espectador. Esto se realiza de diversas formas: estructuras narrativas complejas o inhabituales (p.ej. Memento, Primer), adopción del punto de vista de personajes que no comprenden lo que ocurre (p.ej. Donnie Darko), ocultación de informaciones claves al espectador (p.ej. El sexto sentido), etc.

(Una de las respuestas que más me ha gustado al estudio de este tipo de películas es la que niega la mayor: niega que la narración clásica de Hollywood sea intrínsecamente más clara, argumentando que simplemente estamos tan inmersos en ella desde niños que confundimos sus códigos con una suerte de "transparencia inmediata". Y la verdad es que recuerdo que a los 8-9 años encontraba las películas de vaqueros, mismamente La diligencia, completamente insondables...)


Thomas Elsaesser (2009). The mind-game film. Capítulo I en Puzzle films: complex storytelling in contemporary cinema (Warren Buckland, coord.), 13-41. Wiley-Blackwell, Chichester.


En el artículo hay muchas ideas, algunas más afortunadas y otras menos. Una de ellas es que, pensemos lo que pensemos de los guiones tradicionales de Hollywood (y yo tiendo a no pensar nada bueno), tienen la característica que Elsaesser llama "múltiples puntos de entrada". Están diseñados para que, en un público de diferentes edades, clases sociales, nivel intelectual, países, razas, culturas, etc. todos encuentren su punto de entrada a la película: personajes con los que se identifiquen, situaciones o temas que resuenen con ellos. Incluso, la emisión de las películas en televisión fuerza el diseño de múltiples puntos de entrada temporales, ya que muchos de los espectadores se van a incorporar a la emisión cuando ya esté comenzada.

Esa idea se desarrolla a fondo en el otro artículo, sobre el caso ejemplar de Avatar. Muy recomendable; especialmente, quien escriba o planee escribir no debería perdérselo.


Thomas Elsaesser (2011). James Cameron's Avatar: Access for all. New Review of Film and Television Studies 9, 247-264.

When Avatar reported box-office grosses in the region of 3 billion dollars within no more than 6 – 8 weeks of its opening, critics wondered how such figures could be explained, especially for a film that, by conventional standards, such as script, storyline or acting, struck them as below average in both interest and innovation even for Hollywood?

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De regalo, otro artículo sobre el mismo tema e igual de interesante, pero con un enfoque muy distinto.


Carolyn Michelle, Charles H. Davis, Florin Vladica (2012). Understanding variation in audience engagement and response: an application of the composite model to receptions of Avatar (2009). Communication Review 15, 106-143.


Como el artículo es muy largo, voy a hacer un resumen con el que uno puede saltarse hasta la página 28 del documento, que es donde empieza lo bueno (si alguien quiere ser consciente de las limitaciones del análisis, sobre todo por la falta de aleatoriedad de la muestra, están en la página 25).

Se preparó una lista de afirmaciones de tipo valorativo sobre Avatar extraídas de reseñas, críticas, foros, etc. Se cribó la lista hasta quedarse con 32, ocho asociadas a cada modo de lectura (vuelvo a estos modos de lectura en su momento). Se pidió a 120 espectadores de Avatar que valorasen su acuerdo con cada afirmación en una escala desde -4 (desacuerdo total) a +4 (acuerdo total), pasando por 0 (neutralidad o indiferencia). Además pudieron dar las explicaciones verbales que quisieran.

A esos datos se les aplicó una técnica estadística de análisis factorial que sería prolijo explicar aquí pero trata de encontrar un número pequeño de grupos o tipos de entrevistados. Cada grupo se caracteriza por la presencia de un factor ausente en los otros grupos. Se intenta cubrir al mayor número posible de entrevistados con el menor número posible de factores.

Los autores encontraron que 4 factores era lo bueno (esto nos lo tenemos que creer, porque no nos enseñan los números) y con eso 89 de los 120 entrevistados pertenecerían a uno de esos 4 tipos "puros", 26 serían mezcla de varios tipos, y 5 serían gente raruna sin ninguno de los cuatro factores.

La hipótesis de los autores es que cada factor identifica un modo de lectura. Estos modos de lectura teorizados (pág. 6) son: transparente, referencial, mediado, y discursivo

Lectura transparente es entrar subjetivamente en la obra: Doraemon trata de un gato robot del futuro que viene al presente para ayudar al torpe niño Nobita a casarse con su amiga Shizuka, facilitándole asombrosas invenciones del futuro.

Lectura referencial es ver la obra en relación con nuestra experiencia del mundo real: en Doraemon aparecen multitud de aparatos físicamente imposibles o que es inverosímil que alguna vez llegaran a cumplir una función social que justificase su fabricación.

Lectura mediada sería centrarse en el carácter de objeto construido estético de la obra: los guiones de Doraemon siempre siguen el mismo esquema, (a) Nobita desea algo que podría obtener de manera noble con esfuerzo pero no quiere hacer ese esfuerzo, (b) Doraemon le proporciona un invento del futuro con el que podrá tenerlo inmediatamente, (c) Nobita hace un uso incorrecto de ese invento, con consecuencias deplorables, (d) Todo se soluciona para volver al statu quo.

Lectura discursiva sería ir al mensaje o al comentario cultural que subyace en la obra: la enorme popularidad de Doraemon está en relación directa con su carácter de sublimación de la catástrofe de Hiroshima y Nagasaki, y su insistente repetición en clave humorística de microcatástrofes cotidianas por el mal uso de la tecnología sirve como metáfora de un Japón atrapado que no consigue dejar atrás el trauma nacional de la bomba atómica.


Con esto nos hemos ahorrado 27 páginas, casi nada. A partir de aquí las páginas 28-36 son muy instructivas, ya que se describe cada tipo de espectador a través de las valoraciones que identifican a su factor y de los propios testimonios escritos de los entrevistados (esta es la parte más interesante del artículo).

En las páginas 36-39 se trata de relacionar los factores con otras variables demográficas de los entrevistados; algunas de las conclusiones no son sorprendentes, como que en el grupo de los "mediados" (por tanto, mayor atención a los aspectos técnicos de la película) hay una proporción mucho mayor de gente que vio la película en 3D. Sí es espectacular que el 83% de los "transparentes" planeaban comprarse el DVD, por un 0% de los "discursivos", aunque tampoco hay que tomárselo al pie de la letra por los problemas de representatividad de la muestra (pág. 25).

En la pág. 54 está la lista de las 32 afirmaciones usadas para el estudio.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

#66. China Miéville. Jornadas y libro

Seguro que hay aficionados a Miéville un poco rarunos que agradecen esta entrada.

(Yo cogí Embassytown, versión española; en la primera frase el tiempo verbal es incorrecto, y la segunda frase no tiene sentido gramatical alguno; por favor, traductores que no seáis de la LOGSE, ponedlo en vuestros currículos.)

Resulta que el año pasado se celebraron en el Birkbeck College (Universidad de Londres) unas jornadas dedicadas a Miéville.

Aquí tenemos una mesa redonda con John Rieder, Sherryl Vint, Caroline Bassett y Joe Sutliff Sanders, moderada por Roger Luckhurst.

Aquí, una de las charlas plenarias, por Roger Luckhurst (la otra fue de Vint pero no hay vídeo). Me fascina que esté 50 minutos leyendo un papel mientras mira para el cuello de la camisa y que sea eso lo que la audiencia considera normal. El mundo de las humanidades es como otro planeta...

Y, por si alguien tiene mucho tiempo y afición por el derecho internacional, la versión publicada de la tesis de China Miéville (casi 400 páginas).

China Miéville (2005). Between equal rights. Brill, Leiden.

lunes, 2 de septiembre de 2013

#65. David Mitchell. Artículo de Brian Finney

Esta es la resaca de la entrada anterior.


Brian Finney (2011). Perfectly plausible worlds. Los Angeles Review of Books, 31 de agosto de 2011.

WHO IS DAVID MITCHELL? His name meant little or nothing to many Americans until 2007, when Time magazine placed Mitchell 16th on its list of 100 men and women "whose talent, power and moral example is transforming the world." He was the only literary figure in the list and was credited with having "created the 21st-century novel." In fact, this kind of hype began even earlier in the States with reviewers' reception of his third novel, Cloud Atlas, in 2004. The New York Times Book Review greeted this book ecstatically: "Mitchell is, clearly, a genius. He ... can evidently do anything." Other U.S. newspapers followed suit: "An exciting, almost overwhelming masterpiece" (Washington Times); "revolutionary" (Newsday); "thrilling" (Boston Sunday Globe).

El artículo repasa las estructuras y las características comunes de las novelas de Mitchell, y discute las alabanzas y reproches que la crítica le ha hecho. Ciertamente interesante.