lunes, 6 de octubre de 2014

#85. Hiperagencia. Artículo de John Danaher

¿Y tú me lo preguntas? Hiperagencia eres tú.

Danaher define la hiperagencia como "un estado de cosas en que virtualmente todo aspecto constitutivo de la agencia (creencias, deseos, estados de ánimo, disposiciones, etc.) está sujeto a nuestro control y manipulación". Ese estado aún no existe, evidentemente, y resulta que existe actualmente un debate en la literatura filosófica sobre los problemas morales del progreso tecnológico que podría llevarnos a ese punto.

Me ha sorprendido que el arsenal de ejemplos que se manejan parezca sacado directamente de la ciencia-ficción. Especialmente, consideremos la siguiente situación:

The objection can be illustrated by way of a thought experiment from David Owens ... imagine the “Pharmacy of the Future”, in which drugs are available to manipulate every mood, belief or state of mind. Suppose you enter the pharmacy because you have an irrational belief that your romantic partner is cheating on you. The pharmacist has a drug that will solve your problem: Credon. This will strengthen your belief in your partner’s fidelity, allowing you to continue the relationship without the mental anguish. Problem solved, right? Not necessarily. Before you decide to take Credon, the pharmacist, in an effort to give you all the relevant options, highlights another drug, Libermine, that could do the trick. The difference is that Libermine does not alter your belief in your partner’s loyalty, it alters your attitude toward romantic fidelity. With Libermine the possibility of your partner’s cheating won’t cause any mental anguish. Maybe you should go for that?

Es fácil reconocer en la libermina el motivo central del relato Axiomático, de Greg Egan. (Se nota que Egan es escritor en que el cambio de actitud hacia el valor de la vida humana es más potente desde el punto de vista dramático.)

En su artículo, Danaher, quien por cierto tiene un blog muy recomendable, responde a los argumentos según los cuales ese progreso debería ser evitado, concluyendo que son "débiles o vencibles".

El problema de la filosofía es que no tiene asa por donde cogerla, y, tras hacer el esfuerzo de mostrar que un argumento es débil, a uno le puede pasar que su "oponente" diga que le da igual porque no presentaba su argumento como argumento de eso sino de otra cosa, por ejemplo de que es necesario un análisis ético detallado de la situación. Eso es lo que hace Saskia Nagel en su "follow-up", que es muy interesante en que maneja ejemplos reales y por tanto sirve para hacer minería de ideas.


John Danaher (2014). Hyperagency and the good life. Does extreme enhancement threaten meaning? Neuroethics 7, 227-242.


Saskia Nagel (2014). Enhancement for well-being is still ethically challenging. Frontiers in Systems Neuroscience 8, artículo 72, 1-4.


El artículo de Owens donde presenta el argumento "a la Axiomático" es

David Owens (2007). Disenchantment. En: Louise M. Antony, coord. (2007) Philosophers without gods. Oxford University Press, Oxford.


No hace falta hacerse una cuenta para leer el artículo, solo para descargarlo.

En la introducción al libro, Antony califica a la "farmacia del futuro" de Owens como "a brilliantly creepy thought-experiment". Bueno, ya estaba en Egan en 1990 (y, en su libro, Karen Burnham muestra convincentemente que la mayoría de las ideas de tecnología posthumana que aparecen dramatizadas en sus relatos de esa época están sacadas de otros pocos sitios).

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