En este artículo se critica la "verdad revelada al fándom" de que los tebeos de mutantes tratan sobre la discriminación de las minorías, etc.
Como tal crítica, está bien, aunque el artículo es bastante criticable a su vez. Como creo que todo el mundo sabe, una parte preocupantemente amplia de la producción académica de EE.UU. sobre la cultura en las últimas décadas consiste esencialmente en suponer que hay un único discurso ideológicamente legítimo y coger la regla para medir la conformidad con ese discurso de una obra cualquiera, azotando al pobre autor ante la constatación de que su obra es otra cosa que mera propaganda política de ese discurso "legítimo". Es decir, que el estudio de la cultura es simplemente "la política por otros medios", de forma que uno puede llevar una plácida vida de profesor enseñando a los hijos de los ricos, escribiendo panfletos que nadie lee, y nunca ayudando a nadie, y aun así imaginarse por la noche en su casa que es un luchador por la libertad y hace una labor fundamental para cambiar el mundo.
Que no lo digo específicamente por Shyminsky, que parece un tío muy majo; pero no es que se sustraiga a esa tendencia.
Neil Shyminsky (2006). Mutant readers, reading mutants: appropriation, assimilation, and the X-Men. International Journal of Comic Art 8, 387-405.
Un comentario interesante al artículo es el siguiente.
Paul Matsushima (2012). Uncovering the racial themes of the X-Men: 1st glance, racial justice; double-take, white privilege. Eesahmu, 11 de marzo de 2012.
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