martes, 9 de octubre de 2012

#47. Críticas a la ciencia-ficción. Artículo de Jonathan McCalmont

A ver si recupero este blog. Aunque pude mantener durante la mayor parte de un año una periodicidad semanal, al final me he visto atrapado por la burocracia. Elaboré un planning con el ritmo orientativo que llevarían los distintos contenidos (p.ej. al menos una entrevista cada dos meses, un texto escrito por un autor al mes, un texto sobre un autor contemporáneo al mes, un texto sobre cine cada dos meses, un texto académico al mes, etc.). Al final uno acaba encontrándose que tiene una larga cola en algunas categorías y nada en otras, y planificando el blog a meses vista y por tanto publicando entradas de cosas que ya ni recuerda.

Y, la verdad, la anarquía se disfruta más.

Estos últimos días se está extendiendo un artículo de Jonathan McCalmont (quien ya apareció por aquí). Es todo un position paper de esos con los que es tan imposible no estar de acuerdo en parte como estar de acuerdo con todo.

Aunque habrá llegado por Twitter a la mayoría, no pasa nada por que quede aquí por si alguien lo ve en el futuro.


Jonathan McCalmont (2012). Cowardice, laziness and irony: how science fiction lost the future. Ruthless Culture, blog, 3 de octubre de 2012.


Es una pena que la realidad española no favorezca este tipo de textos. Para qué negar que el nivel blogosférico español nada tiene que ver con el de las islas británicas.

No es la primera pieza que McCalmont ha escrito para articular una posición controvertida. Aprovecho para colar otra.


Jonathan McCalmont (2011). Hang all the critics: towards useful video game writing. Futurismic, online.

5 comentarios:

  1. Interesante artículo. Llevamos unos días comentándolo en twitter, junto con el de Paul Kincaid que fue un poco el origen de éste.

    Como dices, es difícil estar de acuerdo con todo lo que se dice. De hecho, yo no estoy de acuerdo en casi nada (yo diría que sólo con lo de la nostalgia como elemento nocivo para la CF).

    Me sorprenden especialmente los ataques al "mestizaje" de la CF y la fantasía (aunque no es una cosa que a mí me guste especialmente) y, sobre todo, contra los autores de la "World SF" como Lavie Tidhar, Lauren Beukes y Aliette de Bodard. De hecho, Tidhar no estaba particularmente contento con algunas de las afirmaciones de McCalmont.

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  2. Yo no puedo opinar mucho porque no he leído ninguna de las novelas recientes que se ponen como ejemplos, pero no lo leo como un ataque al mestizaje y tampoco a los World SF.

    Me da la impresión de que McCalmont, con esos absurdos traumas posmodernos que tiene ("como soy blanco de clase media, tengo que reparar unos agravios históricos en los que no he tenido nada que ver"), sería el primero en prestar atención a lo que tenga que aportarse a la CF desde unas raíces culturales distintas. Pero, dada la actitud prevalente en el mercado de CF, de "a mí me gusta X, por favor sigan sirviéndome X hasta el día que me muera" (actitud que McCalmont comparte también, claro), la sospecha de que parte del interés que puedan atraer esos autores se debe a ofrecer el mismo pez con unas especias levemente exóticas, y que autores más radicales serían/son rechazados por el mercado, es bastante razonable.

    Sobre el mestizaje, yo creo que defiende que un conjunto de estrategias posmodernas de construcción de textos están agotadas, como lo está la propia idea del "autor sin autoridad" como canal en el que se recombinan trozos de textos previos para generar "nuevos" textos. Es un enfoque parasitario, p.ej. ¿quién habría leído Osama, de llamarse Abdul? ¿Funcionaría el personaje de Kent en las novelas de Sherlock Holmes de Rodolfo Martínez, si el lector no supiera más que de sobra que es una apropiación de Superman?

    Lo que creo que McCalmont siente es una disonancia cognitiva entre ver que en el mundo académico esa etapa se está dando por enterrada (y en algunos casos una etapa embarazosa que se quiere ver olvidada lo antes posible), y ver que en el mercado las obras parásitas han ahogado a las parasitadas hasta el punto de que los lectores han olvidado esa distinción (algunos nunca la han conocido) y toman en serio las obras parásitas, que no pretenden más que jugar irónica y superficialmente con los motivos de los géneros en vez de decir algo interesante con ellos. De ahí la caracterización reduccionista "Osama = Bin Laden + pulp".

    McCalmont, sea correcto su análisis o no, piensa que eso no está ocurriendo por casualidad y que las fuerzas del mercado apoyan ese estado de las cosas, lo que achaca a un deseo de escapismo de los lectores, a una sensación de agotamiento en el género, a que nos es psicológicamente imposible concebir críticas a la realidad capitalista, y a que todos han optado por la vía de lo fácil, incluidos los autores que ven que para qué se van a esforzar en cumplir los estándares de rigor típicos del género cuando el Zeitgeist es dar premios a obras que se los pasan por el forro.

    Así lo leo yo, por lo que no lo veo como crítica al mestizaje en sí, sino a lo que se está haciendo (o no haciendo) con esa herramienta.

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  3. Me parece muy válida tu interpretación y quizá soy yo el que no ha sabido ver la intención de McCalmont. Sin embargo, como lector de algunas de las obras de Tidhar, Beukes, de Bodard, Liu y compañía, no puedo compartir su opinión de que, como dices tú, de que ofrecen "el mismo pez con unas especias levemente exóticas". A mí sí que me parece que están haciendo algo nuevo, interesante y relevante. Y, desde luego, Osama no es una novela pulp se la mire por donde se la mire. Es más cercana a Paul Auster que a cualquier otra cosa, en realidad.

    Lo que no me acaba de quedar claro es qué es realmente lo que a McCalmont le gustaría que se escribiera. De momento, he empezado a leer a Tim Maughan y me está gustando, aunque no lo veo tan diferente de otras cosas que hay por ahí.

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  4. Bueno, el artículo es tan largo y dispara en tantas direcciones que yo me he montado mi película tomando como base los puntos en los que estoy de acuerdo con él. Así que es simplemente mi película, no puedo decir que sea una interpretación mejor que ninguna otra (p.ej. esta interpretación no tiene ningún punto en común con el artículo de Kincaid).

    No queda muy claro qué es lo que él querría, efectivamente. Describe una pérdida de la satisfacción en la que no queda claro siquiera si es el objeto o el sujeto el que ha cambiado.

    Por cierto, muy entretenido el último podcast. A ver si me leo Impossible dreams :)

    Y gracias por retuitear el artículo.

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  5. No, si me parece perfecta tu interpretación. De hecho, de la gente con la que lo he estado comentando casi soy yo el que menos de acuerdo está con lo que dice McCalmont. Así que es muy posible que no lo haya entendido :)

    Me alegro de que te haya gustado el podcast y espero que te guste Impossible Dreams. Es de mis relatos favoritos, aunque sospecho que Kincaid y McCalmont lo odiarían :) Y si tienes algún comentario sobre el relato, háznoslo llegar (por mail, comentario en el blog del podcast o audiocorreo) que nos encantará contar con tu opinión para cuando grabemos el próximo episodio.

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