Pues nada, mala salud. A ver si me voy poniendo un poco mejor.
Ethan Robinson (2013). On Nightfall. Marooned off Vesta, 23 de febrero de 2013.
A pesar del título del blog, no es para nada de devoción asimoviana.
jueves, 30 de enero de 2014
jueves, 9 de enero de 2014
#79. Microgéneros. Artículo de Alexis Madrigal
Ya he subido algunos artículos como este, el último aquel sobre Instagram. No querría hacerme pesado: estoy seguro de que todo el mundo lo entendió a la primera.
Alexis C. Madrigal (2014). How Netflix reverse engineered Hollywood. The Atlantic, 2 de enero de 2014.
Resulta que Netflix, la plataforma de streaming de películas que no viene a España porque presuntamente no le sale a cuento el oneroso sistema de derechos de autor que le pretenden imponer (o eso dice una leyenda urbana, vamos), ha desarrollado una clasificación de las películas en lo que llaman altgéneros pero podemos llamar descriptivamente microgéneros. ¿Cómo de micro son esos géneros? Mucho: Madrigal se ha molestado en averiguarlos todos y, p.ej., las películas sobre el matrimonio se dividen en unos 600 microgéneros. Hay unos 2500 microgéneros de películas violentas, y 16 microgéneros de películas de Jackie Chan, lo que en sí mismo es ultrasorprendente.
El que quiera saber el número exacto de géneros que manejan deberá pinchar en el enlace ;)
¿De qué sirve esto? Oficialmente forma parte del sistema de recomendación automatizado de Netflix, aunque estaremos de acuerdo en que el potencial de esta información para la producción de nuevas películas es interesantísimo. Basta con buscar los microgéneros: (a) que sean muy populares por el número de peticiones de streaming, (b) que contengan pocas películas. Taquillazo casi garantizado.
Microgéneros verdaderos son, p.ej. "películas de culto de miedo de científicos locos de los 70", "películas de viajes en el tiempo protagonizadas por William Hartnell", "dramas nostálgicos extranjeros impactantes visualmente", "documentales emotivos de lucha contra el sistema" o "series de televisión románticas en español que te hacen sentirte bien". Las películas dirigidas por Otto Preminger forman un género en sí mismas.
Estos géneros han sido creados a partir de un etiquetado exhaustivo de una gigantesca base de datos de películas, que se ha partido en géneros algorítmicamente. Las descripciones de los géneros son en sí mismas agregaciones de rasgos, p.ej. el que una película "te hace sentirte bien" se basa en valorar si tiene final feliz, el grado de violencia, si trata sobre la amistad u otras muchas características.
No creo que el algoritmo sea precisamente state of the art, aunque podría llevarme una sorpresa. Lo que sí hay que reconocer es que, a quien le guste un drama nostálgico impactante visualmente, probablemente le gustará otro. Por supuesto, "gustar" en un sentido ajeno a la calidad de las películas, que es lo que no entra en el algoritmo: en el mismo sentido en que, si te gustó X-Men y Iron Man, pues échale un ojo a Los Vengadores.
Hay varias cosas, por no alargarme, que señalar.
Una es: ¿por qué estas ideas no salen de las disciplinas académicas dedicadas a estudiar el cine y la literatura? Alguno dirá: por suerte; pero aquí queda la pregunta.
Otra es que no hay que perderse el generador automático de microgéneros que encabeza el artículo. En modo Netflix, bueno, es curioso. En modo Hollywood, pse. Pero en modo Gonzo es una auténtica mina. Ya nunca tendrás que pensar argumentos para tus relatos, y todos tus amigos admirarán tus idas de olla. He aquí la prueba:
-Road trips de época de madre e hija ambientados en la época prehistórica con una protagonista fuerte (prácticamente te da la novela hecha; lo único que no te dice es que van buscando la tierra de los espíritus de los antepasados y que un conjunto de cromañones van a intentar violar a la hija, pero eso ya lo sabemos todos).
-Musicales de amor prohibido sangrientos basados en un libro sobre el matrimonio.
-Películas de fantasía de un vengador espacial sobre la paternidad ambientadas en la antigüedad.
-Historias lacrimógenas de confusión de identidad de un monstruo sueco sobre la fama ambientadas en tiempos bíblicos (no sería fácil pensar esta ni después de beberse dos frascos de jarabe con dextrometorfano).
-Slashers peplum para románticos empedernidos basados en literatura contemporánea ambientada en Latinoamérica sobre amantes que se reencuentran (otra novela hecha).
-Dramas experimentales de búsqueda del tesoro y confusión de identidad basados en literatura contemporánea para edades de 0 a 2.
-Musicales de samuráis y ninjas ambientados en la era victoriana.
Quién no querría participar en una antología de historias basadas en premisas como estas. ¿Por qué no la organizamos?
Alexis C. Madrigal (2014). How Netflix reverse engineered Hollywood. The Atlantic, 2 de enero de 2014.
Resulta que Netflix, la plataforma de streaming de películas que no viene a España porque presuntamente no le sale a cuento el oneroso sistema de derechos de autor que le pretenden imponer (o eso dice una leyenda urbana, vamos), ha desarrollado una clasificación de las películas en lo que llaman altgéneros pero podemos llamar descriptivamente microgéneros. ¿Cómo de micro son esos géneros? Mucho: Madrigal se ha molestado en averiguarlos todos y, p.ej., las películas sobre el matrimonio se dividen en unos 600 microgéneros. Hay unos 2500 microgéneros de películas violentas, y 16 microgéneros de películas de Jackie Chan, lo que en sí mismo es ultrasorprendente.
El que quiera saber el número exacto de géneros que manejan deberá pinchar en el enlace ;)
¿De qué sirve esto? Oficialmente forma parte del sistema de recomendación automatizado de Netflix, aunque estaremos de acuerdo en que el potencial de esta información para la producción de nuevas películas es interesantísimo. Basta con buscar los microgéneros: (a) que sean muy populares por el número de peticiones de streaming, (b) que contengan pocas películas. Taquillazo casi garantizado.
Microgéneros verdaderos son, p.ej. "películas de culto de miedo de científicos locos de los 70", "películas de viajes en el tiempo protagonizadas por William Hartnell", "dramas nostálgicos extranjeros impactantes visualmente", "documentales emotivos de lucha contra el sistema" o "series de televisión románticas en español que te hacen sentirte bien". Las películas dirigidas por Otto Preminger forman un género en sí mismas.
Estos géneros han sido creados a partir de un etiquetado exhaustivo de una gigantesca base de datos de películas, que se ha partido en géneros algorítmicamente. Las descripciones de los géneros son en sí mismas agregaciones de rasgos, p.ej. el que una película "te hace sentirte bien" se basa en valorar si tiene final feliz, el grado de violencia, si trata sobre la amistad u otras muchas características.
No creo que el algoritmo sea precisamente state of the art, aunque podría llevarme una sorpresa. Lo que sí hay que reconocer es que, a quien le guste un drama nostálgico impactante visualmente, probablemente le gustará otro. Por supuesto, "gustar" en un sentido ajeno a la calidad de las películas, que es lo que no entra en el algoritmo: en el mismo sentido en que, si te gustó X-Men y Iron Man, pues échale un ojo a Los Vengadores.
Hay varias cosas, por no alargarme, que señalar.
Una es: ¿por qué estas ideas no salen de las disciplinas académicas dedicadas a estudiar el cine y la literatura? Alguno dirá: por suerte; pero aquí queda la pregunta.
Otra es que no hay que perderse el generador automático de microgéneros que encabeza el artículo. En modo Netflix, bueno, es curioso. En modo Hollywood, pse. Pero en modo Gonzo es una auténtica mina. Ya nunca tendrás que pensar argumentos para tus relatos, y todos tus amigos admirarán tus idas de olla. He aquí la prueba:
-Road trips de época de madre e hija ambientados en la época prehistórica con una protagonista fuerte (prácticamente te da la novela hecha; lo único que no te dice es que van buscando la tierra de los espíritus de los antepasados y que un conjunto de cromañones van a intentar violar a la hija, pero eso ya lo sabemos todos).
-Musicales de amor prohibido sangrientos basados en un libro sobre el matrimonio.
-Películas de fantasía de un vengador espacial sobre la paternidad ambientadas en la antigüedad.
-Historias lacrimógenas de confusión de identidad de un monstruo sueco sobre la fama ambientadas en tiempos bíblicos (no sería fácil pensar esta ni después de beberse dos frascos de jarabe con dextrometorfano).
-Slashers peplum para románticos empedernidos basados en literatura contemporánea ambientada en Latinoamérica sobre amantes que se reencuentran (otra novela hecha).
-Dramas experimentales de búsqueda del tesoro y confusión de identidad basados en literatura contemporánea para edades de 0 a 2.
-Musicales de samuráis y ninjas ambientados en la era victoriana.
Quién no querría participar en una antología de historias basadas en premisas como estas. ¿Por qué no la organizamos?
lunes, 6 de enero de 2014
#78. Regalo de Reyes
Pues sí, amigo mío, los Reyes te han traído una tesis doctoral de casi 800 páginas. ¡Qué mala gente!
Sara Martín Alegre (1996). More human than human: aspects of monstrosity in the films and novels in English of the 1980s and 1990s. Tesis doctoral, Universidad Autónoma de Barcelona.
El tema es la monstruosidad; dado que Martín no adopta una definición precisamente restrictiva del término (monstruo es todo lo que se sale de lo "normal"), en el saco entra desde Alien hasta American psycho, desde Abyss hasta La bella y la bestia, y desde La lista de Schindler hasta Soldado universal.
Las referencias a la ciencia-ficción son muy abundantes, desde el propio título; pero están, en buena parte, diseminadas por todo el texto. Solo el capítulo VI está principalmente centrado en obras de CF, ya que metodológicamente no se hacen distinciones por géneros (subjetivamente ese capítulo me ha parecido más flojo que otros, por desgracia).
No sé la relación entre el libro de 2002 de la autora, Monstruos al final del milenio, y la tesis. Supongo que el 90% del libro puede haber salido de la tesis y que en ese caso debe de ser la parte de ella más entretenida de leer. El libro también estará unos años más actualizado.
---
Después de los resúmenes de la tesis se encuentran los enlaces para irse descargando trozos.
Sara Martín Alegre (1996). More human than human: aspects of monstrosity in the films and novels in English of the 1980s and 1990s. Tesis doctoral, Universidad Autónoma de Barcelona.
El tema es la monstruosidad; dado que Martín no adopta una definición precisamente restrictiva del término (monstruo es todo lo que se sale de lo "normal"), en el saco entra desde Alien hasta American psycho, desde Abyss hasta La bella y la bestia, y desde La lista de Schindler hasta Soldado universal.
Las referencias a la ciencia-ficción son muy abundantes, desde el propio título; pero están, en buena parte, diseminadas por todo el texto. Solo el capítulo VI está principalmente centrado en obras de CF, ya que metodológicamente no se hacen distinciones por géneros (subjetivamente ese capítulo me ha parecido más flojo que otros, por desgracia).
No sé la relación entre el libro de 2002 de la autora, Monstruos al final del milenio, y la tesis. Supongo que el 90% del libro puede haber salido de la tesis y que en ese caso debe de ser la parte de ella más entretenida de leer. El libro también estará unos años más actualizado.
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Después de los resúmenes de la tesis se encuentran los enlaces para irse descargando trozos.
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