En general es algo decepcionante (en mi opinión) por dos cosas: el localismo y el tono vacuo de suplemento dominical que afectan a bastantes artículos. Si uno no sabe que "UCR" es "University of California at Riverside", en el artículo de Benford encontrará muchos más acrónimos locales. De todas formas, de casi todos los artículos se puede entresacar algún dato interesante, como que, según un estudio de 1998, en esa fecha Los Ángeles ya había sido destruida 138 veces en la ficción. Ni pensar en las que llevará ahora.
A la sección especial se puede acceder aquí:
Jonathan Alexander (2013). California in/and science fiction. Los Angeles Review of Books, 15 de agosto de 2013.
Los artículos más interesantes para no californianos me han parecido
Matthew Wolf-Meyer (2013). No superheroes in Hollywood.
Samuel Gerald Collins (2013). The networked frontier: Kim Stanley Robinson and our connected universe.
Kathi Inman Berens, Davin Heckman (2013). “Use the # & Tweet yr escape”: LA Flood as mobile dystopic fiction.
Al primer artículo pertenece este fragmento, que no imaginé en aquella época -o nunca en general- que vería en una revista "del mundo real":
In 1984, when the West Coast Avengers made their debut, superhero comics were in the early stages of radical flux. Alan Moore and Dave Gibbons’s watershed Watchmen series was still a couple of years off, but a number of significant changes were afoot. The Justice League had been recast with a group of second stringers — replacing Batman, Wonder Woman, and Superman — and relocated to Detroit. Chris Claremont and John Byrne had been working on Uncanny X-Men, and Byrne alone had been writing and drawing Fantastic Four. The idea of the crossover had just taken hold, and the preceding year had been dominated by Secret Wars, the first of these market-driven narrative events that would come to consume Marvel and DC in years to come.Sí, eso ha sido Secret Wars reclamando atención en la esfera cultural tras haber sobrevivido tres décadas a su publicación. Ni siquiera me acuerdo de quién dibujó Secret Wars (¿Steve Leialoha? ¿O eso fue la segunda parte?).
Y ¿qué es L.A. Flood? Pues una obra "experimental" que, a partir de un esqueleto de varios textos breves, a los que se puede acceder online o vía móvil como locuciones grabadas, trata de recrear una devastadora inundación en Los Ángeles. Los lectores/escritores/protagonistas de la obra (abierta a la participación de cualquiera) la van creando a lo largo de seis días tuiteando tanto desde sus cuentas reales como desde otras creadas como personajes ficticios. Eso dio lugar a más de 500 páginas de tuits que están geolocalizados, y uno puede desplazarse a los lugares y "revivir" lo que "ocurrió" allí.
La idea de la obra de ficción interactiva que usa como soporte e infraestructura el mundo real ya lleva unos años dando vueltas, de J.J. Abrams a Nine Inch Nails. Y ahora que la idea de la falsa catástrofe retransmitida por Twitter está en el aire, me parece imposible que a no mucho tardar tuiteemos un apocalipsis zombi en Avilés o en cualquier otro sitio.