lunes, 30 de diciembre de 2013

#77. The hydrogen sonata. Reseña de Matt Hilliard

No quería que acabase el año sin traer a colación algún material sobre Iain Banks. Cuando estuve en Glasgow en 2000, lo que más me sorprendió (aparte de la mayor abundancia de licorerías que de fruterías) fue que en todas las librerías había montones de libros de Iain Banks y Alastair Reynolds. ¿Quién serán estos tipos y, por cierto, qué hay en el Irn-Bru?, me preguntaba yo. El caso es que me volví a casa con montones de libros de la colección SF Masterworks y no tuve dinero ni espacio para probar a Banks y Reynolds.

De hecho sigo sin haber leído nada de ninguno de ellos. Nunca nadie ha conseguido que la historia de la Cultura me parezca atractiva (por lo que me cuentan, parece una cosa de política de especies rarunas en un universo en el que todo el mundo es rico y los humanos son un poco como cucarachas; eso ya lo viví porque fui al instituto con los jesuitas). Como es un montón de novelas y uno no sabe por dónde empezar, me acaba dando mucha vagancia.

Las reflexiones de Matt Hilliard sobre las historias de la Cultura, en cambio, me han parecido interesantísimas. ¿He dicho que soy del club de fans de Hilliard?


Matt Hilliard (2013). The Hydrogen Sonata by Iain M Banks. Yet There Are Statues, 27 de marzo de 2013.


Y otra entrada muy interesante:


Matt Hilliard (2013). Subject to interpretation: the 2013 Hugo nominated short stories. Yet There Are Statues, 1 de agosto de 2013.


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La entrevista con doña Ursula de la que hablábamos el otro día ya está disponible en abierto aquí.

martes, 24 de diciembre de 2013

#76. Exaptación. Artículo de Stephen Jay Gould y Elisabeth Vrba

Ay, qué malo es ponerse malo del riñón.

Para celebrar la navidad traemos un artículo de biología. Seguro que, entre copa de cava y abrazo al cuñado, encaja muy bien... XD


Stephen Jay Gould, Elisabeth S. Vrba (1982). Exaptation- a missing term in the science of form. Paleobiology 8, 4-15.


La exaptación es la prima de la adaptación consistente en que la estructura que cumple una determinada función no surgió por una evolución para adaptarse mejor al medio sino que preexistía y tomó una nueva función (o no servía para nada y simplemente tomó una función).

El típico ejemplo es el de las plumas, que habrían aparecido como aislantes térmicos y luego resultó que acumulando plumas y plumas uno podía volar.

La verdad es que vivimos en un mundo de constante exaptación tecnológica, de herramientas que no se utilizan para el que se suponía que era su fin o, como Twitter, que fueron inventadas sin saber para qué podrían servir y en la suposición de que la gente ya les encontraría algún uso.

Una de las capacidades que van a ser muy necesarias para muchos titulados universitarios, y que no les estamos dando, es precisamente la de diseñar p.ej. un flujo de trabajo en el que el uso creativo de herramientas públicamente disponibles les proporcione una ventaja sobre la competencia.

lunes, 18 de noviembre de 2013

#75. Entrevista a William Gibson

Hace tiempo comenté que The Paris Review había liberado su archivo de entrevistas; pero, como de costumbre, luego se me olvidó. Ya en ese momento mencioné dos entrevistas con Gibson y Samuel Delany que habían aparecido en el mismo número.

Quizá alguien no pensara en leerlas entonces, o vio que eran muy largas. Antes de pasar a unos extractos breves de la de Gibson quería comentar que, en su último número, de nuevo las dos entrevistas están dedicadas a gente de mal vivir de esa que nos resulta simpática.

Una es a Dª.Ursula, que desgraciadamente no está accesible gratis (pero es posible que se libere cuando aparezca el próximo número; a ver si esta vez no se me olvida).

La otra es a Emmanuel Carrère, que escribió la biografía de Philip K. Dick Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos. Hay algunos párrafos sobre Dick y ciencia-ficción. Carrère debe de ser un optimista nato ya que, aparte de escribir su primera novela en la forma de un párrafo de 300 páginas (no coló), reconoce que la influencia de Nabokov en su escritura fue suplantada por la de Sturgeon, Matheson, o Dick; aunque los críticos no dejaran de imaginar a Kafka porque "siempre hablan de Kafka en cuanto una historia es mínimamente rara".

Cambiar las aliteraciones aquellas de "Lolita, light of my life, fire of my loins" por un "Eric Sweetscent collapsed his wheel and managed to park in the tiny stall allocated him" (de la primera frase de Aguardando el año pasado, que tengo aquí al lado) porque es "el Dostoevski del siglo XX", eso sí que es optimismo.


David Wallace-Wells (2011). William Gibson, The Art of Fiction No. 211. The Paris Review 197.

It’s harder to imagine the past that went away than it is to imagine the future. What we were prior to our latest batch of technology is, in a way, unknowable. It would be harder to accurately imagine what New York City was like the day before the advent of broadcast television than to imagine what it will be like after life-size broadcast holography comes online. But actually the New York without the television is more mysterious, because we’ve already been there and nobody paid any attention. That world is gone.
My great-grandfather was born into a world where there was no recorded music. It’s very, very difficult to conceive of a world in which there is no possibility of audio recording at all. Some people were extremely upset by the first Edison recordings. It nauseated them, terrified them. It sounded like the devil, they said, this evil unnatural technology that offered the potential of hearing the dead speak. We don’t think about that when we’re driving somewhere and turn on the radio.

(Mi bisabuela perdió una amiga que jamás quiso volver a entrar en su casa tras constatar que se había comprado "un armario lleno de brujas que hablan".)
 
Emergent technologies were irreversibly altering their landscape. Bleak House is a quintessential Victorian text, but it is also probably the best steam­punk landscape that will ever be. Dickens really nailed it, especially in those proto-Ballardian passages in which everything in nature has been damaged by heavy industry. But there were relatively few voices like Dickens then. Most people thought the progress of industry was all very exciting. Only a few were saying, Hang on, we think the birds are dying.

What do you think of Neuromancer today?
GIBSON
When I look at Neuromancer I see a Soap Box Derby car. I felt, writing it, like I had two-by-fours and an old bicycle wheel and I’m supposed to build something that will catch a Ferrari. This is not going to fly, I thought. But I tried to do it anyway, and I produced this garage artifact, which, amazingly, is still running to this day.
Even so, I got to the end of it, and I didn’t care what it meant, I didn’t even know if it made any sense as a narrative. I didn’t have this huge feeling of, Wow, I just wrote a novel! I didn’t think it might win an award. I just thought, Phew! Now I can figure out how to write an actual novel.

I was afraid to watch Blade Runner in the theater because I was afraid the movie would be better than what I myself had been able to imagine. In a way, I was right to be afraid, because even the first few minutes were better. Later, I noticed that it was a total box-office flop, in first theatrical release. That worried me, too. I thought, Uh-oh. He got it right and ­nobody cares! Over a few years, though, I started to see that in some weird way it was the most influential film of my lifetime, up to that point. It affected the way people dressed, it affected the way people decorated nightclubs. Architects started building office buildings that you could tell they had seen in Blade Runner. It had had an astonishingly broad aesthetic impact on the world.

In the postwar era, aside from anxiety over nuclear war, we assumed that we were steering technology. Today, we’re more likely to feel that technology is driving us, driving change, and that it’s out of control. Technology was previously seen as linear and progressive—evolutionary in that way our culture has always preferred to misunderstand Darwin.

lunes, 11 de noviembre de 2013

#74. La puerta al país de las mujeres. Artículo de Shiloh Carroll

Es posible que este artículo no aporte gran cosa a quien haya leído la novela. En todo caso a mí me resultó de interés, aunque hay que reconocer que está empapado de algo que solo puedo llamar "ideología de odio al diferente" y me provoca repugnancia. Claro, el diferente soy yo por tener un cromosoma Y, pero aun así tengo derecho a quejarme cuando me insultan sin ninguna razón.


Shiloh Carroll (2008). Both sides of the gate: Patriarchy in Sherri S. Tepper's The gate to Women's Country. Journal of the Fantastic in the Arts 19, 25-38.

jueves, 7 de noviembre de 2013

#73. Crítica de ciencia-ficción. Artículo de Jonathan McCalmont

Increíblemente, tengo esta entrada de McCalmont abierta y olvidada en una pestaña del navegador desde hace once meses. Ahí me la he encontrado hoy, y es como que te regalen una bolsa de caramelos.


Jonathan McCalmont (2012). Annoyed with the history of science fiction. Ruthless Culture, 28 de noviembre de 2012.


Lo bueno de este chico es que da igual si estás de acuerdo con él o no. Aunque solo te quedes con frases aisladas, tiene frases aisladas buenísimas.


Even more frustrating is the fact that Heinlein’s influence is not only taken for granted but assumed to be positive.

I would even go so far as to argue that Lem’s approach to info-dumping is so effective and idiosyncratic that it not only forms an integral part of his novels’ literary affect, it also makes his work substantially more complex and interesting than anything written under the purview of show-don’t-tell.

For example, to approach M. John Harrison’s Light armed only with show-don’t-tell is a recipe for disastrous mystification and the mindless parroting of received opinion.

Y sin aislar:

If we simply assume that show-don’t-tell was a linear improvement on the info-dump then it follows that writers like Stephenson and Lem are nothing more than unsophisticated writers who have yet to acquire the skills necessary for Heinleinian narrative immersion. However, if we assume that science fiction is a literary tradition rich enough to create its own literary techniques and that the info-dump might be a literary technique with its own affective payload then experimental info-dumpers such as Lem and Stephenson immediately appear more important and influential.

When William Gibson’s short story “The Gernsback Continuum” positioned cyberpunk in the history of science fiction, he presented cyberpunk as a direct response to golden age SF and not as a development of the techniques and perspectives pioneered by feminist SF. Had genre historians had a better grasp of the techniques that went into creating the cyberpunk aesthetic then chances are that feminist SF would never have been marginalised in the way it undoubtedly was.

The message contained in “About 5,175 Words” is doubtless revolutionary but the revolution never happened. In fact, one could almost say that the notoriety of Delany’s essay has allowed the field to effectively sweep it under the carpet and continue as if nothing happened. Everyone read the essay and heard its clarion call and then promptly went back to wafting hot air through the convention bar whilst congratulating themselves that Delany’s essay had changed everything.

Y, en un dos por uno nunca antes visto, el célebre ensayo de Delany. Es recomendable descargarlo y quedarse con una copia por si acaso, ya que lo he buscado muchas veces "en el gratis total" sin encontrarlo.


Samuel Delany (1978). About 5750 words. En: The jewel-hinged jaw, 1-15. Wesleyan Univ. Press (2009).


Al que no le dé un escalofrío en el momento "The red sun is high. The blue", que abandone este blog inmediatamente.

(Y entonces, que no se compre el libro y que no se lea To read The Dispossessed, crítica de 70 páginas donde Delany dedica cuatro solamente al primer párrafo de Los desposeídos de doña Ursula.)

martes, 5 de noviembre de 2013

#72. Accelerando. Reseña de Félix García

Dentro de lo que es la inevitable "soledad del corredor de fondo" que aqueja a un blog como este, que no busca ser popular -¡típico caso de uvas verdes!- sino solo ir acopiando material al estilo hormiguita, lo cierto es que hace unos meses que me siento mucho menos solo gracias a El almohadón de plumas y Fata Libelli.

Son dos blogs muy recomendables que seguramente ya conoce todo el mundo e inevitablemente irán siendo parasitados desde aquí.

En el caso de El almohadón de plumas, hace unas reseñas muy largas que son bastante habituales en blogs de otros países pero, que yo sepa, nadie lo estaba haciendo en España. De hecho, en España a eso lo llamaríamos quizá "artículo sesudo", aunque yo creo que lo que es es una reseña, simplemente muy larga y que, al hilo de la novela, dispara a donde le apetece, con lo cual puede ser interesante incluso para quien no quiera leer el libro reseñado.

Un ejemplo es la siguiente reseña de Accelerando, de Charles Stross.


Félix García (2013). ACCELERANDO: Ancho de banda y libertad. El Almohadón de Plumas, 24 de marzo de 2013.


Por cierto, la reseña es anterior a la siguiente entrada del blog de Stross, en la cual se pronuncia sobre la obra en términos asombrosamente similares a los de Félix.


Charlie Stross (2013). Crib sheet: Accelerando. Charlie's Diary, 28 de mayo de 2013.

But "Accelerando" as a whole doesn't seem to be coming true, and a good thing too. In the background of what looks like a Panglossian techno-optimist novel, horrible things are happening. Most of humanity is wiped out, then arbitrarily resurrected in mutilated form by the Vile Offspring. Capitalism eats everything then the logic of competition pushes it so far that merely human entities can no longer compete; we're a fat, slow-moving, tasty resource -- like the dodo. Our narrative perspective, Aineko, is not a talking cat: it's a vastly superintelligent AI, coolly calculating, that has worked out that human beings are more easily manipulated if they think they're dealing with a furry toy. The cat body is a sock puppet wielded by an abusive monster.

"No se me ocurre mejor manera de representar el imperativo categórico capitalista de transformar todo lo existente en beneficio", "al final todo queda consumido por la furia depredadora del Capital", "Nos parece asombroso que alguien pueda haber leído Accelerando como una utopía tecnológica al uso y no darse cuenta de que ésta, la primera gran novela sobre la Singularidad, Vernon Vinge dixit, es, en realidad, una distopía como la copa de un pino".

Como se suele decir, enhorabuena a los agraciados :)

martes, 29 de octubre de 2013

#71. El juego de Ender. Artículos de John Kessel y Morgan Sander

El inminente estreno de la adaptación al cine de El juego de Ender hace casi inevitable la recuperación de este conocido artículo de Kessel. De hecho, me pregunto si Kessel es posiblemente más conocido por este artículo que por sus propias novelas.


John Kessel (2004). Creating the innocent killer: Ender's Game, intention, and morality. International Review of Science Fiction 33.


Apareció en español en Jabberwock, ahora no recuerdo si en el 1 o en el 2; pero no lo he visto traducido por la red.

La verdad es que las mayores dudas que se me plantean sobre la película están relacionadas con este artículo. No sé si el viernes no pagaremos por ver una glorificación del genocidio y el preemptive strike como posturas morales superiores y fuera de discusión; miedo me da.

El artículo de Kessel, en mi opinión, carga las tintas en exceso. En particular, si Card manipula las situaciones para que Ender sea percibido por el lector como un agresor no solo justificado sino inocente, es igualmente cierto que es su derecho si ese es el tema sobre el que trata la novela. Es como quejarse de que, en el libro de Job, a Job todo le sale mal y no le ocurren más que desgracias, y que eso es una orquestación del autor. Claro, no le ocurren más que desgracias, pero eso es condición necesaria para poner encima de la mesa aquello que el autor quiere decir.

Igualmente, si Ender no fuera "espiritualmente" -si no "realmente"- inocente, el final de la novela no plantearía ninguna pregunta. Bueno, así lo veo yo.

Luego hay gente que ha tratado de llevar la cosa a si El juego de Ender implica una condonación del holocausto hitleriano, y, la verdad, a mí me parece que ni la implica ni la pregunta tiene ninguna importancia fuera de países donde una respuesta afirmativa tenga efectos legales.


Más reflexión similar (sobre el papel de las intenciones en la calificación moral de los actos de Ender y en su, palabra de moda, identidad) en este otro artículo.


Morgan Sander (2013). Deconstructing the dichotomy of identity and intent in Ender’s Game. Emergence: A Journal of Undergraduate Literary Criticism and Creative Research 4.

viernes, 25 de octubre de 2013

#70. Alien, el octavo pasajero. Artículo de Adrián Esbilla, Iván Suárez y Miguel Díaz

Hace tiempo que sigo el blog Ultramundo. Está dedicado a la exaltación de una poética que me es ajena y horripilante, en la que Charles Bronson es una especie de héroe y Viernes 13 merece algún tipo de esfuerzo intelectual. Desde luego no la entiendo, pero me encanta el entusiasmo con que la defienden e incluso son capaces de que entiendas lo que ven de bueno en esas películas.

Recientemente han escrito un artículo sobre Alien que es francamente largo y francamente entretenido de leer.


Miguel Díaz González, Adrián Esbilla, Iván Suárez Martínez (2013). Crítica de “Alien: El Octavo Pasajero” (Sigurney Weaver, Ridley Scott, 1979) por A. M. I.. Ultramundo: Revista Pulp, 27 de septiembre de 2013.


jueves, 19 de septiembre de 2013

#69. Las nuevas tecnologías de 2013

Resulta que el MIT tiene una publicación que bien podría ser parada obligada para quien quiera pescar tecnologías del futuro próximo de cara a escribir una novela de ciencia-ficción. Ya saben que el mundo está mu raro y no es que la CF escrita en 2013 ya no prediga la tecnología de 2050, sino que tiene serios problemas para predecir la de 2010.

Cada año, MIT Technology Review hace una selección de tecnologías emergentes. ¿Esa selección funciona? Bueno, en la lista de 2001 tenemos por un lado la minería de datos, que ahora está empezando a darnos dolores de cabeza a los ciudadanos y cuya relevancia solo puede seguir creciendo en el futuro, junto a los sistemas DRM, que parece que han fracasado completamente. En la lista de 2013 tenemos los implantes de memoria; veremos en 2025 qué tal va ese tema.


10 Breakthrough technologies 2013


Antes del verano dedicaron un monográfico a la confluencia de la creciente potencia de la minería de datos y la creciente abundancia de datos de carácter personal que se acumulan en algún servidor...


Big data gets personal


en el que es imprescindible lectura el siguiente artículo:


Patrick Tucker (2013). Has big data made anonymity impossible? MIT Technology Review, 7 de mayo de 2013.


La idea con la que uno tiene que quedarse es que "anonimizar" los datos eliminando las referencias personales (nombre, dirección, etc.) es ya inútil, puesto que, cuando los datos generados por un individuo son suficientemente complejos, cobran vida propia y autoconsciencia y... No, no cobran vida propia pero sí ocurre que los datos de cada persona se hacen característicamente únicos y distinguibles de los de cualquier otra.

Por ejemplo, lo más probable es que ninguna otra persona sea miembro de exactamente los mismos grupos de Facebook que tú. Así que esa lista de grupos te identifica igual que tu nombre. Si Facebook vende datos sobre tu uso de la red social, ¿qué más da que no divulgue a quién corresponden, si el propio contenido de los datos identifica a una única persona entre los mil millones de usuarios?

Much of this data is invisible to people and seems impersonal. But it’s not. What modern data science is finding is that nearly any type of data can be used, much like a fingerprint, to identify the person who created it: your choice of movies on Netflix, the location signals emitted by your cell phone, even your pattern of walking as recorded by a surveillance camera. In effect, the more data there is, the less any of it can be said to be private, since the richness of that data makes pinpointing people “algorithmically possible,” says Princeton University computer scientist Arvind Narayanan.

We’re well down this path already. The types of information we’ve thought of as personal data in the past—our name, address, or credit card records—are already bought and sold by data brokers like Acxiom, a company that holds an average of 1,500 pieces of information on more than 500 million consumers around the world.

Para redondear la cuestión, el siguiente artículo deja claro que la imaginación es el único límite a lo que se puede extraer de un conjunto de datos suficientemente grande. En este caso, se han tomado todas las fotos subidas a Instagram en varias ciudades del mundo en cierto periodo de tiempo (más de dos millones de fotos). A partir de ahí, es un ejercicio de "limón+exprimidor=zumo".


Nadav Hochman, Lev Manovich (2013). Zooming into an Instagram City: Reading the local through social media. First Monday 18(7).


Desgraciadamente, echar un ojo casual a los dibujitos no basta para tener claro qué información hay en ellos. Por ejemplo, la figura 7 implica que se puede averiguar automáticamente en qué ciudad se ha tomado un conjunto de fotos, sin necesidad de identificar los lugares que aparecen retratados. La figura 15.(a) significa que se puede detectar automáticamente que un día se han hecho muchas más fotos de noche, aun sin saber la hora a la que se hizo cada foto (esa información sí se usa en la figura 14). En la figura 20 tenemos los movimientos por Tel-Aviv de personas individuales que, imagino, se pondrían nerviosas si vieran ese gráfico.

Yo me pondría.

lunes, 16 de septiembre de 2013

#68. El cine de "yo no soy yo". Artículo de Neal King

Otro artículo sobre cine, que trata muchas películas de ciencia-ficción desde un ángulo inhabitual.


Neal King (2008). Secret agency in mainstream postmodern cinema. Postmodern Culture 18(3).


El punto de partida es el gran número de películas de las últimas dos décadas o así en las que el protagonista descubre que es un espía sin él mismo saberlo. "Espía" es un término general que incluye agentes secretos, terroristas, etc.

(A partir de aquí mi reflexión, en lo poco que valga.)

En Con la muerte en los talones, Cary Grant viene a ser un "espía sin saberlo", en tanto que el resto de los personajes equivocadamente le toman por tal y él tiene que acabar primero renunciando a convencerles de que él es él, no un espía, y luego, pasado un punto de ruptura, asumiendo por propia voluntad el comportamiento, los razonamientos, y los rasgos de personalidad que él imagina en un espía.

El giro "posmodérnico" a esto, claro, es que el protagonista no se ve envuelto en líos de espionaje por un malentendido entre él y otra persona, sino entre él y la propia realidad. Así, Schwarzenegger estaba tan convencido en Desafío total de ser un obrero de la construcción como el protagonista de Un hombre llamado caballo de no ser un cuadrúpedo equino. Pero en la interpretación literal de lo que vemos, son los demás y no él quien tiene razón (yo prefiero la interpretación en la que nunca llega a salir de las oficinas de Rekall, aunque no sea así en el relato original).

En el fondo lo que parece radicar es la triste y embarazosa confusión posmodérnica de la realidad y la "construcción social de la realidad". ¿No mola que el protagonista descubra que la "construcción social" es realmente más real que aquello de lo que él no duda, que es la verdad que Cary Grant es un espía porque eso está en correspondencia con la construcción social de los que le rodean? Y, si eso puede pasar en la ficción, ¿no será también realmente así en la realidad, ya que la realidad no es más que otro relato?

Por eso, aunque estas películas capturen una genuina angustia contemporánea del individuo ante un paisaje de cambios acelerados que le obligan a reinventarse (hoy oficinista de una multinacional, mañana artesano online), o ante su sumisión a fuerzas remotas que alteran su vida por medios que no comprende, como constructo intelectual son un asco.

En todo caso, el efecto "yo no soy yo" se ha devaluado tanto que en un episodio de 2011 del Doctor Who el tema aparece y se resuelve (o disuelve) en segundos.

lunes, 9 de septiembre de 2013

#67. Películas difíciles y Avatar. Artículos de Thomas Elsaesser

¡Una combinación improbable pero posible!

Elsaesser es muy agradable de leer, y recomiendo a quien esté empezando a escribir artículos académicos que analice sus textos, porque tiene una técnica muy buena. Por una parte es muy hábil integrando enfoques distintos sin que el texto deje de fluir de forma muy natural, y la estructura de los artículos está muy planificada. Igualmente me gusta que suele empezar partiendo de un ejemplo muy concreto para enganchar al lector casual.

El primer artículo reflexiona sobre lo que él llama "mind-game films" y que también se ha llamado "puzzle", "mindfuck", "mind-bender", "mind-tricking" y de otras maneras. Son películas cuya estrategia narrativa obstaculiza la comprensión de la realidad diegética (o sea, lo que pasa en la película) por parte del espectador. Esto se realiza de diversas formas: estructuras narrativas complejas o inhabituales (p.ej. Memento, Primer), adopción del punto de vista de personajes que no comprenden lo que ocurre (p.ej. Donnie Darko), ocultación de informaciones claves al espectador (p.ej. El sexto sentido), etc.

(Una de las respuestas que más me ha gustado al estudio de este tipo de películas es la que niega la mayor: niega que la narración clásica de Hollywood sea intrínsecamente más clara, argumentando que simplemente estamos tan inmersos en ella desde niños que confundimos sus códigos con una suerte de "transparencia inmediata". Y la verdad es que recuerdo que a los 8-9 años encontraba las películas de vaqueros, mismamente La diligencia, completamente insondables...)


Thomas Elsaesser (2009). The mind-game film. Capítulo I en Puzzle films: complex storytelling in contemporary cinema (Warren Buckland, coord.), 13-41. Wiley-Blackwell, Chichester.


En el artículo hay muchas ideas, algunas más afortunadas y otras menos. Una de ellas es que, pensemos lo que pensemos de los guiones tradicionales de Hollywood (y yo tiendo a no pensar nada bueno), tienen la característica que Elsaesser llama "múltiples puntos de entrada". Están diseñados para que, en un público de diferentes edades, clases sociales, nivel intelectual, países, razas, culturas, etc. todos encuentren su punto de entrada a la película: personajes con los que se identifiquen, situaciones o temas que resuenen con ellos. Incluso, la emisión de las películas en televisión fuerza el diseño de múltiples puntos de entrada temporales, ya que muchos de los espectadores se van a incorporar a la emisión cuando ya esté comenzada.

Esa idea se desarrolla a fondo en el otro artículo, sobre el caso ejemplar de Avatar. Muy recomendable; especialmente, quien escriba o planee escribir no debería perdérselo.


Thomas Elsaesser (2011). James Cameron's Avatar: Access for all. New Review of Film and Television Studies 9, 247-264.

When Avatar reported box-office grosses in the region of 3 billion dollars within no more than 6 – 8 weeks of its opening, critics wondered how such figures could be explained, especially for a film that, by conventional standards, such as script, storyline or acting, struck them as below average in both interest and innovation even for Hollywood?

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De regalo, otro artículo sobre el mismo tema e igual de interesante, pero con un enfoque muy distinto.


Carolyn Michelle, Charles H. Davis, Florin Vladica (2012). Understanding variation in audience engagement and response: an application of the composite model to receptions of Avatar (2009). Communication Review 15, 106-143.


Como el artículo es muy largo, voy a hacer un resumen con el que uno puede saltarse hasta la página 28 del documento, que es donde empieza lo bueno (si alguien quiere ser consciente de las limitaciones del análisis, sobre todo por la falta de aleatoriedad de la muestra, están en la página 25).

Se preparó una lista de afirmaciones de tipo valorativo sobre Avatar extraídas de reseñas, críticas, foros, etc. Se cribó la lista hasta quedarse con 32, ocho asociadas a cada modo de lectura (vuelvo a estos modos de lectura en su momento). Se pidió a 120 espectadores de Avatar que valorasen su acuerdo con cada afirmación en una escala desde -4 (desacuerdo total) a +4 (acuerdo total), pasando por 0 (neutralidad o indiferencia). Además pudieron dar las explicaciones verbales que quisieran.

A esos datos se les aplicó una técnica estadística de análisis factorial que sería prolijo explicar aquí pero trata de encontrar un número pequeño de grupos o tipos de entrevistados. Cada grupo se caracteriza por la presencia de un factor ausente en los otros grupos. Se intenta cubrir al mayor número posible de entrevistados con el menor número posible de factores.

Los autores encontraron que 4 factores era lo bueno (esto nos lo tenemos que creer, porque no nos enseñan los números) y con eso 89 de los 120 entrevistados pertenecerían a uno de esos 4 tipos "puros", 26 serían mezcla de varios tipos, y 5 serían gente raruna sin ninguno de los cuatro factores.

La hipótesis de los autores es que cada factor identifica un modo de lectura. Estos modos de lectura teorizados (pág. 6) son: transparente, referencial, mediado, y discursivo

Lectura transparente es entrar subjetivamente en la obra: Doraemon trata de un gato robot del futuro que viene al presente para ayudar al torpe niño Nobita a casarse con su amiga Shizuka, facilitándole asombrosas invenciones del futuro.

Lectura referencial es ver la obra en relación con nuestra experiencia del mundo real: en Doraemon aparecen multitud de aparatos físicamente imposibles o que es inverosímil que alguna vez llegaran a cumplir una función social que justificase su fabricación.

Lectura mediada sería centrarse en el carácter de objeto construido estético de la obra: los guiones de Doraemon siempre siguen el mismo esquema, (a) Nobita desea algo que podría obtener de manera noble con esfuerzo pero no quiere hacer ese esfuerzo, (b) Doraemon le proporciona un invento del futuro con el que podrá tenerlo inmediatamente, (c) Nobita hace un uso incorrecto de ese invento, con consecuencias deplorables, (d) Todo se soluciona para volver al statu quo.

Lectura discursiva sería ir al mensaje o al comentario cultural que subyace en la obra: la enorme popularidad de Doraemon está en relación directa con su carácter de sublimación de la catástrofe de Hiroshima y Nagasaki, y su insistente repetición en clave humorística de microcatástrofes cotidianas por el mal uso de la tecnología sirve como metáfora de un Japón atrapado que no consigue dejar atrás el trauma nacional de la bomba atómica.


Con esto nos hemos ahorrado 27 páginas, casi nada. A partir de aquí las páginas 28-36 son muy instructivas, ya que se describe cada tipo de espectador a través de las valoraciones que identifican a su factor y de los propios testimonios escritos de los entrevistados (esta es la parte más interesante del artículo).

En las páginas 36-39 se trata de relacionar los factores con otras variables demográficas de los entrevistados; algunas de las conclusiones no son sorprendentes, como que en el grupo de los "mediados" (por tanto, mayor atención a los aspectos técnicos de la película) hay una proporción mucho mayor de gente que vio la película en 3D. Sí es espectacular que el 83% de los "transparentes" planeaban comprarse el DVD, por un 0% de los "discursivos", aunque tampoco hay que tomárselo al pie de la letra por los problemas de representatividad de la muestra (pág. 25).

En la pág. 54 está la lista de las 32 afirmaciones usadas para el estudio.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

#66. China Miéville. Jornadas y libro

Seguro que hay aficionados a Miéville un poco rarunos que agradecen esta entrada.

(Yo cogí Embassytown, versión española; en la primera frase el tiempo verbal es incorrecto, y la segunda frase no tiene sentido gramatical alguno; por favor, traductores que no seáis de la LOGSE, ponedlo en vuestros currículos.)

Resulta que el año pasado se celebraron en el Birkbeck College (Universidad de Londres) unas jornadas dedicadas a Miéville.

Aquí tenemos una mesa redonda con John Rieder, Sherryl Vint, Caroline Bassett y Joe Sutliff Sanders, moderada por Roger Luckhurst.

Aquí, una de las charlas plenarias, por Roger Luckhurst (la otra fue de Vint pero no hay vídeo). Me fascina que esté 50 minutos leyendo un papel mientras mira para el cuello de la camisa y que sea eso lo que la audiencia considera normal. El mundo de las humanidades es como otro planeta...

Y, por si alguien tiene mucho tiempo y afición por el derecho internacional, la versión publicada de la tesis de China Miéville (casi 400 páginas).

China Miéville (2005). Between equal rights. Brill, Leiden.

lunes, 2 de septiembre de 2013

#65. David Mitchell. Artículo de Brian Finney

Esta es la resaca de la entrada anterior.


Brian Finney (2011). Perfectly plausible worlds. Los Angeles Review of Books, 31 de agosto de 2011.

WHO IS DAVID MITCHELL? His name meant little or nothing to many Americans until 2007, when Time magazine placed Mitchell 16th on its list of 100 men and women "whose talent, power and moral example is transforming the world." He was the only literary figure in the list and was credited with having "created the 21st-century novel." In fact, this kind of hype began even earlier in the States with reviewers' reception of his third novel, Cloud Atlas, in 2004. The New York Times Book Review greeted this book ecstatically: "Mitchell is, clearly, a genius. He ... can evidently do anything." Other U.S. newspapers followed suit: "An exciting, almost overwhelming masterpiece" (Washington Times); "revolutionary" (Newsday); "thrilling" (Boston Sunday Globe).

El artículo repasa las estructuras y las características comunes de las novelas de Mitchell, y discute las alabanzas y reproches que la crítica le ha hecho. Ciertamente interesante.


jueves, 29 de agosto de 2013

#64. California y ciencia-ficción en Los Angeles Review of Books

No sé si esto ya se habrá difundido por Twitter. Hace unos días, Los Angeles Review of Books dedicó una sección especial a la ciencia-ficción "y/en" California. Entre los materiales hay un artículo de Gregory Benford, una reseña de 2312 con buenas reflexiones sobre el tema de la conectividad en la novela, que no he visto en otras reseñas, y un artículo sobre los Vengadores Costa Oeste de Marvel ("Nuevos Vengadores" en los tebeos de mi infancia).

En general es algo decepcionante (en mi opinión) por dos cosas: el localismo y el tono vacuo de suplemento dominical que afectan a bastantes artículos. Si uno no sabe que "UCR" es "University of California at Riverside", en el artículo de Benford encontrará muchos más acrónimos locales. De todas formas, de casi todos los artículos se puede entresacar algún dato interesante, como que, según un estudio de 1998, en esa fecha Los Ángeles ya había sido destruida 138 veces en la ficción. Ni pensar en las que llevará ahora.

A la sección especial se puede acceder aquí:


Jonathan Alexander (2013). California in/and science fiction. Los Angeles Review of Books, 15 de agosto de 2013.


Los artículos más interesantes para no californianos me han parecido


Matthew Wolf-Meyer (2013). No superheroes in Hollywood.


Samuel Gerald Collins (2013). The networked frontier: Kim Stanley Robinson and our connected universe.


Kathi Inman Berens, Davin Heckman (2013). “Use the # & Tweet yr escape”: LA Flood as mobile dystopic fiction.


Al primer artículo pertenece este fragmento, que no imaginé en aquella época -o nunca en general- que vería en una revista "del mundo real":
In 1984, when the West Coast Avengers made their debut, superhero comics were in the early stages of radical flux. Alan Moore and Dave Gibbons’s watershed Watchmen series was still a couple of years off, but a number of significant changes were afoot. The Justice League had been recast with a group of second stringers — replacing Batman, Wonder Woman, and Superman — and relocated to Detroit. Chris Claremont and John Byrne had been working on Uncanny X-Men, and Byrne alone had been writing and drawing Fantastic Four. The idea of the crossover had just taken hold, and the preceding year had been dominated by Secret Wars, the first of these market-driven narrative events that would come to consume Marvel and DC in years to come.
Sí, eso ha sido Secret Wars reclamando atención en la esfera cultural tras haber sobrevivido tres décadas a su publicación. Ni siquiera me acuerdo de quién dibujó Secret Wars (¿Steve Leialoha? ¿O eso fue la segunda parte?).

Y ¿qué es L.A. Flood? Pues una obra "experimental" que, a partir de un esqueleto de varios textos breves, a los que se puede acceder online o vía móvil como locuciones grabadas, trata de recrear una devastadora inundación en Los Ángeles. Los lectores/escritores/protagonistas de la obra (abierta a la participación de cualquiera) la van creando a lo largo de seis días tuiteando tanto desde sus cuentas reales como desde otras creadas como personajes ficticios. Eso dio lugar a más de 500 páginas de tuits que están geolocalizados, y uno puede desplazarse a los lugares y "revivir" lo que "ocurrió" allí.

La idea de la obra de ficción interactiva que usa como soporte e infraestructura el mundo real ya lleva unos años dando vueltas, de J.J. Abrams a Nine Inch Nails. Y ahora que la idea de la falsa catástrofe retransmitida por Twitter está en el aire, me parece imposible que a no mucho tardar tuiteemos un apocalipsis zombi en Avilés o en cualquier otro sitio.

lunes, 24 de junio de 2013

#63. Fahrenheit 451, de Ray Bradbury. Microguía de lectura en vídeo

Amablemente me han enviado noticia de este vídeo sobre Fahrenheit 451, son dos minutos y medio y vale la pena verlo.

Los no muy angloparlantes pueden acceder a una transcripción del texto debajo del vídeo.

Dada la temática de la novela, es curioso que se haya elegido justo esta obra para presentarla en este formato. El propio hecho tiene un punto de meta-comentario, ¿no?

jueves, 20 de junio de 2013

#62. Inferno, de Dan Brown. Reseña de Santiago Bergantinhos

Esta es la primera reseña perteneciente al género de la novela épica. Narra la gran gesta de Santiago Bergantinhos, una persona anónima que cursó con aprovechamiento la enseñanza general obligatoria y el bachillerato unificado polivalente, por lo que tiene superpoderes tales como saber que en el siglo XIII ya no había Imperio Romano ni este estaba en Venecia. Un héroe de nuestro tiempo, vamos.

Como un Dante cualquiera, Bergantinhos se adentra en el infierno, perdón, en Inferno, atravesando sus 104 círculos o "capitulinos" para salir por el otro lado diciendo, como Gila, "Jo, me habéis matao al hijo; pero, ¿y lo que me he reído...?".

Son 134 páginas en Times New Roman de 12 puntos. Ya lo digo, pura novela épica.


Santiago Bergantinhos (2013). Inferno. La danbrowntesca exhibición de la bajeza literaria, científica y moral. La realidad estupefaciente, 5 de junio de 2013.


En ninguna otra parte encontrarás análisis de conceptos tan fascinantes como cerebelo aerodinámico a partir de herramientas teóricas ya imprescindibles como el narrador inconsciente (la versión de Dan Brown del narrador omnisciente), el bercelismo, o el capitulino supermiérder.


Y esta cita es el mejor resumen de la novela:

"—La pistola de Vayentha estaba cargada con balas de fogueo —dijo—. Y lo que ha hecho es detonar por radiocontrol una bolsa de sangre que el doctor Marconi llevaba en el pecho. Él se encuentra bien, por cierto.
Langdon cerró los ojos sin dar crédito a todo lo que estaba oyendo."

Si el propio protagonista no da crédito a las explicaciones inventadas por Dan Brown, ¿cómo se las va a creer el lector?

¡Eres un puto aficionado, Lovecraft, un inútil! ¡Tus obras no son un riesgo para la cordura ni nuestra forma de ver el mundo! ¡Dan Brown te da sopas con honda! ¡Lo lovecraftiano no tiene nada que hacer frente a lo danbrowntesco, nada! ¡Él, él sí que está escribiendo El Necronomicón, cada una de sus obras es un volumen de El Danbrownmicón, y cuando termine de escribirlo el mundo desaparecerá ahogado en sangre! ¡Moriremos todos entre horribles sufrimientos! Él, y no Dante, es el que mejor ha descrito el Infierno y las penas que en él nos aguarda. En cada círculo del Infierno sólo existe una tortura, y es leer Inferno de Dan Brown, y cuantos más pecados tengas, más veces te lo hacen leer.

lunes, 10 de junio de 2013

#61. CF mundana. Artículo de Ted Chiang

Los "mundanos" fueron un mini-movimiento probablemente ya muerto. "Literatura mundana" (mundana, por relativa al mundo) es una (¿antigua?) expresión para referirse desde el dentro a la literatura "realista" o "mimética" por oposición a la ciencia-ficción. Por tanto, la "CF mundana" pone en primer plano la tesis de que la CF ha incumplido su promesa de literatura estrictamente basada en lo científicamente plausible. Viajes por encima de la velocidad de la luz, viajes en el tiempo, superhombres de todo tipo, alteraciones de la historia, encuentros con extraterrestres, serían anomalías escapistas convertidas en la norma al pasar las décadas.

La diferencia entre la CF dura y la CF mundana está probablemente en su proyecto político, por así llamarlo. Para los mundanos, la CF debería huir de los argumentos escapistas y centrarse en tratar de delinear y dilucidar nuestros problemas del futuro inmediato. ¿Qué es más importante: que según lo que sabe la ciencia es posible que exista una partícula elemental cúbica de un metro de arista (Artefacto, de Gregory Benford) o que, según lo que lo sabe la ciencia, es posible un colapso del ecosistema terrestre en el plazo de 50 años?

El blog mundane-sf.blogspot.com, ya inactivo, dedicó bastante esfuerzo al mundanespotting, es decir, a revisar cual censores las revistas de CF para subrayar que la proporción de relatos allí publicados que incumplen el criterio de la plausibilidad científica es asombrosamente grande.

Por alguna razón, o simplemente porque el dentro es así, el mundanismo atrajo una gran controversia, totalmente desproporcionada con el volumen de obras producidas bajo su bandera. Una guía muy completa es la siguiente.


Ritch Calvin (2009). Mundane SF 101. SFRA Review 289, 13-16.


Los mundanos salieron a la luz en 2004 encabezados por Geoff Ryman. Al año siguiente aparecía Aire, causando gran confusión ya que se la esperaba como prototipo de novela mundana, una demostración de lo que podía esperarse del movimiento, cuando en realidad había sido escrita antes de la concepción del manifiesto mundano. Por ello, Ryman niega no solo que Aire fuera concebida como portaestandarte mundano, sino también que Aire sea de hecho CF mundana.

Y aquí es donde entra a dar otra vuelta de tuerca Ted Chiang, quien debe de tener un sentido del humor muy especial.


Ted Chiang (2008). Is Air mundane? Extrapolation 49, 211-213.


En esta nota, escrita en un estilo condensado similar al de sus relatos, Chiang consigue desarmar por entero el concepto de "CF mundana", criticando el presupuesto de que la herramienta para conseguir los fines de la CF mundana haya de ser, precisamente, ciencia-ficción. Aire sería un ejemplo de ciencia-ficción que, siendo lejanamente compatible con el ideario mundano, consigue sus fines a través de la incorporación de elementos fantásticos más allá de la ciencia-ficción.

Air offers a proof by example that fantasy tropes can be used to good advantage in a story about globalization and the effect of technology on the third world. I personally believe that adherence to real science is a worthy goal for sf writers, but I do not think it is either a necessary or sufficient condition for fiction that is relevant to the issues facing our world today.

lunes, 3 de junio de 2013

#60. Memorias del cerebro. Artículo de Jason Tougaw

Este artículo presumiblemente dejará pronto de estar disponible gratis, así que recomiendo a los interesados que guarden una copia si les parece.

Con la expresión "memorias de un cerebro" (brain memoirs) Tougaw se refiere a narraciones (auto-)biográficas centradas en cambios físicos o fisiológicos en el cerebro y cómo afectan a la vida del protagonista. Normalmente el foco está en una búsqueda del sentido de "qué es lo que me ha pasado", "qué soy yo y por qué tengo menos control de mi yo que el que tienen unos procesos físico-químicos en mi cerebro". El relato más conocido de este tipo de casos y que ha hecho cuña en el mundo editorial es El hombre que confundió a su mujer con un sombrero de Oliver Sacks.

El artículo es en parte artículo y en parte reseña de seis libros recientes: uno desde la perspectiva neurocientífica, uno desde la filosófica, y cuatro "memorias de un cerebro". El hilván es bastante hábil y sortea el peligro tanto de hacer un artículo-Frankenstein sobre un material tan heterogéneo como de usar los textos como mera fuente de citas sesgadas para apoyar unas tesis pre-establecidas.


Jason Tougaw (2012). Brain memoirs, neuroscience, and the self: a review article. Literature and Medicine 30, 171-192.

In 1960, twelve-year-old Howard Dully endured a transorbital lobotomy, involving the insertion of a surgical instrument through his eye socket to sever connections between his frontal cortex and the rest of his brain. In 1996, Jill Bolte Taylor, a brain anatomist, witnessed her own disorientation when she suffered a stroke one morning as she prepared to go to work. In 2004, Alix Kates Shulman awoke in the middle of the night to find her husband unconscious after having fallen from the loft bed in the remote coastal cabin she used as a writing retreat. In 2006, Siri Hustvedt felt and watched her body convulse, her arms flail, and her skin discolor while she delivered a eulogy at a memorial for her father. These shocking experiences frightened Dully, Taylor, Shulman, and Hustvedt—but they also fascinated them—because they made philosophical or abstract questions about the connections between body, mind, self, and world physically and experientially concrete. All four have written brain memoirs that document their suffering and fascination, chronicles of the push-pull between their selves and their brains.

Una de las contradicciones que se achacan a veces a la ciencia-ficción es tratar de hablar del futuro desde una concepción de "qué es ser una persona" heredada de las novelas del siglo XIX. Por tanto nunca está mal enterarse de qué es lo que se está diciendo a la altura de 2010 sobre "qué es ser una persona".

miércoles, 15 de mayo de 2013

#57. Ciencia-ficción en los periódicos (sí, lo de Angelina Jolie)

El caso es que a mí me recuerda a la rinoplastia que Ballard le hizo a la reina de Inglaterra, y también a Limbo. Pero no perdamos de vista lo esencial: anteayer, esto era ciencia-ficción; desde ayer, ya no.


Denise Grady, Tara Parker-Pope, Pam Belluck (2013). Jolie’s disclosure of preventive mastectomy highlights dilemma. The New York Times, 14 de mayo de 2013.


Sería interesante escribir un relato-collage sampleando el tratamiento mediático de este asunto, combinando con unos cuantos párrafos de descripción técnica de la operación de mastectomía, y las opiniones reales de tus vecinos/as. Lo mejor sería formar párrafos o frases frankensteinianas; que se noten los cortes. Claro que también sería un poco démodé.

También pondríamos algo de viajes de cohetes al espacio.

lunes, 13 de mayo de 2013

#56. Intestate. Reseña de Abigail Nussbaum

Strange Horizons ha comenzado una sección de reseñas de relatos cortos. De forma bastante razonable, comienzan por un relato de la ganadora del Hugo 2012, Charlie Jane Anders.

En este caso, mucho más interesante que la reseña incluso (y probablemente que leer el relato) es el intercambio de puntos de vista en los comentarios.


Abigail Nussbaum (2013). Short Fiction Snapshot #1: "Intestate" by Charlie Jane Anders. Strange Horizons, 25 de febrero de 2013.


La reseña incide en la idea de la literalización: bajo las reglas de la ciencia-ficción, uno puede amplificar cualquier fenómeno sutil sobre el que sea complicado hablar, obligando al lector a afrontar como hecho literal lo que, en el uso habitual, es solo un modo figurativo de hablar. En este relato, un científico ha reemplazado a lo largo de los años partes de su cuerpo por órganos artificiales inventados por él. Al cumplir 80 años, se reúne con sus hijos, los cuales esencialmente pelean por su herencia... que será, literalmente, trozos de su padre, patentables y comercializables.

Nussbaum recuerda ejemplos paradigmáticos como el uso de la dilatación temporal en La guerra interminable para comunicar la sensación de desplazamiento de los soldados al volver de la guerra de Vietnam. Yo (que además considero La guerra interminable una novela perfectamente olvidable, aunque admire esa gran idea) tiendo a acordarme de casos más pedestres como cuando Dick, en Sueñan los androides, describe el odio entre cónyuges a través del uso perverso del "órgano Penfield" (por cierto: Penfield es este Penfield) para adoptar el estado de ánimo en el que se va a ser capaz de hacer más daño al otro en una discusión. No solo programarse un estado de ánimo que va a provocar una discusión, pudiendo programar el que, haciendo que nos llevemos estupendamente, va a prevenir la discusión, sino hacerlo sin más intención que la de minar y destruir al otro. O al menos defenderse, atacando, del posible intento del otro (la situación del Sr. y la Sra. Deckard es idéntica a la que aparece en el dilema del prisionero).

Hay una ambigüedad difícil de resolver en si, en cada caso, ese carácter alegórico es intencionado y pretende canalizar explícitamente una reflexión, o simplemente es lo que al autor se le ocurrió espontáneamente, o el tipo de idea que a uno se le ocurre al pensar en "modo CF". Incluso en el caso de Haldeman, yo no vi evidencia interna en La guerra interminable de que realmente pretenda ser una reflexión alegórica sobre la guerra de Vietnam. Quizá simplemente su propia experiencia como veterano de esa guerra le hace natural el enfoque que adopta. En el relato El pusher (Hugo 1982) de John Varley, el problema de la dilatación temporal es que te sientes solo al volver; la escala temporal del relato es suficiente para que pudiera plantearse el shock de que "la sociedad se ha vuelto absurda" pero en realidad se incide en lo contrario: aunque cambien los hábitos de vestimenta, siempre se puede reconocer a un policía de paisano. Por ello, quizá hablamos de algo que para Haldeman es obvio a partir de su propia experiencia personal y le era imposible concebir que en su novela ocurriera de otra forma, más que un intento deliberado de encontrar un lenguaje metafórico.

miércoles, 8 de mayo de 2013

#55. Videojuegos. Artículo de Jonathan McCalmont

Ayer en el blog del amigo McCalmont.


Jonathan McCalmont (2013). Like worms in the belly of some great beast: family values and Crusader Kings II. Ruthless Culture, 7 de mayo de 2013.

Much like Europa Universalis IIICrusader Kings II can be interpreted as a critique of a social institution in that it exposes not only the moral failings of that institution but also of the players who take control of the institution in the context of the game. However, while the Europa Universalis series demonstrates our willingness to surrender our principles for the sake of bureaucratic expediency, Crusader Kings II targets an institution that is much closer to home: The family.

domingo, 5 de mayo de 2013

#54. La posibilidad de una isla. Reseña de John Updike

Un método fácil para descartar novelistas es el siguiente: abres al azar y lees una frase; si no es buena, pues no lees nada de ese autor. En mi caso solo hay un novelista que haya pasado por este test dos veces, y además estoy dispuesto a darle otra oportunidad en algún momento indeterminado del futuro: Michel Houellebecq.

(Últimamente me he vuelto peor aún: si un título no me parece bueno, no leo nada de ese autor. Así ya no tengo que abrir el libro. Rarezas que se agudizan con los años...)


En cierto sentido surge la pregunta de por qué he escogido estas tres reseñas, que no es que sean excepcionales por su calidad. Pero, como otras veces, me parece interesante el efecto conjunto de la yuxtaposición. Como en la parábola de los ciegos y el elefante, no parecen estar hablando de lo mismo, y no parece posible saber qué es Houellebecq reconciliándolas. Cada una da una visión coherente, y por tanto cada una miente sobre la totalidad. Digo yo, que he leído dos frases de Houellebecq.


John Updike (2006). 90% hateful. The New Yorker, 22 de mayo de 2006.


Nor is Houellebecq, shrill and even silly as he can be, entirely without literary virtue. His four novels—“Whatever” (1994), “The Elementary Particles” (1998), and “Platform” (2001) are the three others—display a grasp of science and mathematics beyond that of all but a few non-genre novelists. He is anthropologically alert to the deeper trends behind contemporary news, fashion, and mores ... His sociological/psychological/philosophical vocabulary opaquely thickens around his core topic—Pascal’s, after all, and La Rochefoucauld’s—of human isolation and unhappiness


Michel Basilière (2013). Book Review: The Map and the Territory, by Michel Houellebecq. National Post, 13 de enero de 2013.


The Map and the Territory shares techniques with its predecessors, of course — the dry, almost scientific language describing the erratic behaviour of this strange human species, the narrative that begins as contemporary and continues into the future (making them in this and other respects science fiction novels), the complete failure of the characters to fulfill any human sense of happiness or purpose in the world, their indifference to their cold, industrial surroundings.


Iván Fernández Balbuena (2006). Michel Houellebecq La Posibilidad de una Isla. Memorias de un friki, 23 de febrero de 2006.


Claro, así es muy sencillo escandalizar, hasta el más tarugo puede hacerlo, así que si ese es el mérito de este escritor, bien pobre me parece.

domingo, 28 de abril de 2013

#53. Bel Dame Apocrypha. Reseña de Matt Hilliard

Matt Hilliard es el reseñador ideal para los propósitos de este blog. A mi modo de ver, sus puntos fuertes son:
-La capacidad de describir el contenido del libro sin hacer una sinopsis de la trama.
-La capacidad de gobernar el lenguaje para que el hilo lógico contenido - observaciones - interpretaciones - valoraciones sea siempre muy claro, incluso cuando maneja, como suele, varios hilos a la vez en tempos distintos.
-Aun así, la capacidad de aislar sus presupuestos y prejuicios personales revelándolos en puntos del texto en los que el lector va a notarlos y tenerlos en cuenta como si llevaran un círculo rojo alrededor.
-La reflexión sobre qué puedo hacer y qué debo hacer como reseñador.

Técnicamente quizá no se pueda decir que esta de la trilogía Bel Dame Apocrypha, de Kameron Hurley, es una buena reseña. De hecho, considero un error haber planteado este material en forma de reseña; pero espero que el lector objetivo de este blog, si es que existe y algún día lo encuentro, saque mucho en claro y encuentre inspiración leyéndola :)


Matt Hilliard (2013). The Bel Dame Apocrypha by Kameron Hurley. Yet there are statues, 25 de enero de 2013.


De regalo, un texto de la autora de la trilogía, durante buena parte del cual no se cae en el mito de la "conspiración racista universal". Al final hace un giro hacia posturas insensatas, como que el que los personajes de un libro sean blancos es una toma de postura política a favor del racismo. Desgraciadamente, el virus posmodérnico de "todo es política" y el de "la plantilla del marxismo se puede aplicar a todo sin más que cambiar clase trabajadora por cualquier otro grupo demográfico" van a tardar algún tiempo en desvanecerse... si es que lo hacen.


Kameron Hurley (2012). What living in South Africa taught me about racism in America. Kameron Hurley, 13 de noviembre de 2012.


En todo caso, espero que en el futuro próximo la influencia de los World SF o la globalización en general nos traigan una mayor variedad cultural y política a la ciencia-ficción.

martes, 23 de abril de 2013

#52. Etiquetas. Artículo de Javier Calvo

La hibernación se debe a que llevo unos meses centrado en trabajar (muchas clases e investigación). A ver si me animo a mantener una periodicidad, aunque sea mínima.

Me imagino que todo el mundo habrá visto esto antes que yo, en todo caso aquí lo aparco.

No es que esté de acuerdo ni en desacuerdo, lo cierto es que me parece uno de tantos típicos debates fandomitas sobre un pseudoproblema que presuntamente se resolverá por el mero hecho de pasar décadas pugnando por que el uso correcto de x etiquetas es el mío. (A veces pienso que realmente no damos para más; no lo digo por Calvo sino en general.)


Javier Calvo (2013). Nueva narrativa extraña española: un mapa. Jot Down, marzo de 2013.