viernes, 30 de diciembre de 2011

#12. Esferas de Dyson. Artículo de José Manuel Uría

Esferas de Dyson y más, ya que el artículo repasa el contexto científico de las novelas del dúo Redal-Aguilera y posteriormente Juan Miguel Aguilera en solitario.

Una esfera de Dyson es una esfera construida en torno a un sistema solar con el fin de absorber casi toda la radiación que emite la estrella y utilizarla como fuente de energía. Un concepto "tamaño familiar" como aparecen a veces en la ciencia-ficción, que debe su nombre al físico Freeman Dyson aunque este reconoce que sacó la idea de Hacedor de estrellas de Olaf Stapledon (Stapledon: el maestro del "tamaño familiar").


José Manuel Uría (2007). El mundo, la carne y el demonio. De Akasa-Puspa al Punto Omega. En Sedice, online.


La nota original de Dyson junto con varias réplicas y el rejoinder del autor:

Freeman John Dyson (1960). Search for artificial stellar sources of infrared radiation. Science 131, 1667-1668.


¡Feliz año!

jueves, 22 de diciembre de 2011

miércoles, 14 de diciembre de 2011

#10. Crítica de ciencia-ficción. Artículo de Veronica Hollinger

Y Hollinger es.

Dado que el texto anterior de Russ está bastante marcado por su momento histórico, no está mal complementarlo con esta survey -publicada en la misma revista- donde Hollinger repasa lo que la reflexión crítico-teórica dio de sí en las dos décadas siguientes.

No es un texto que tenga interés intrínseco fuera del ámbito académico; pero, bueno, mi perspectiva es: uno siempre puede empezar por el principio y leer hasta que llegue al punto en que desee dejar de hacerlo.


Veronica Hollinger (1999). Contemporary trends in science fiction criticism, 1980-1999. Science Fiction Studies 26(2), 232-262.


(Entre el título y el número de páginas, uno no se puede llevar a engaño...)

Del resumen del trabajo:
This overview of sf criticism from 1980 to 1999 is divided into three sections: 1) "Mapping the Field," which recommends some histories, genre studies, media sf studies, and reference guides; 2) "Sf Writers on Sf," which calls attention to a number of non-fiction and critical works by sf authors, as well as to some author interviews; 3) and "When It Changed," which discusses a variety of both feminist and postmodern studies of sf. (...) Sf studies itself has branched out into many new directions, been influenced by many complex political and theoretical perspectives, and achieved some legitimacy within academia, due in part to the postmodern turn away from high culture/popular culture distinctions. A review of the critical work published over the last twenty years suggests that sf studies is flourishing as never before, even as efforts to define what sf is/is becoming are being challenged as never before.


En el mismo número hay tres artículos más sobre historia de la crítica de ciencia-ficción.

martes, 6 de diciembre de 2011

#9. Ciencia-ficción. Artículo de Joanna Russ

¡Y hasta tres mujeres seguidas! De hecho se me está ocurriendo buscar algún artículo de Hollinger y que sean cuatro.

En cualquier caso, como Russ murió este año, no quería salir de 2011 sin haber enlazado algo suyo.


Joanna Russ (1975). Towards an aesthetic of science fiction. Science Fiction Studies 2(2), 112-119.


Algunos fragmentos:

Is science fiction literature?
Yes.
Can it be judged by the usual literary criteria?
No.

(...) Not only do academic critics find themselves imprisoned by habitual (and unreflecting) condescension in dealing with this particular genre; quite often their critical tools, however finely honed, are simply not applicable to a body of work that—despite its superficial resemblance to realistic or naturalistic twentieth-century fiction—is fundamentally a drastically different form of literary art.

Often critics may use their knowledge of the recurrent and important themes of Western culture to misperceive what is actually in a science fiction story. For example, recognizable themes or patterns of imagery can be insisted on far beyond their actual importance in the work simply because they are familiar to the critic. Or the symbolic importance of certain material can be mis-read because the significance of the material in the cultural tradition science fiction comes from (which is overwhelmingly that of science, not literature) is simply not known to the critic.

A third example of ways science fiction can be mis-read can be provided by Hal Clement's novel, Close to Critical. The story treats of an alien species inhabiting a planet much like Jupiter. Some psychoanalytic critic, whose name I have unfortunately forgotten, once treated material like this (the story was, I think, Milton Rothman's "Heavy Planet") as psychoneurotic, i.e. the projection of repressed infantile fears. (...) In such a view Close to Critical is merely nightmarish. But to decide this is to ignore the evidence. (...) The final effect of the novel is exactly the opposite of nightmare; it is affectionate familiarity. The Jovian-like world is a real world. One understands and appreciates it. It is, to its inhabitants, no worse and no better than our own.

If the critic believes that scientific truth is unreal, or irrelevant to his (the critic's) business, then science fiction becomes only a series of very odd metaphors for "the human condition" (which is taken to be different from or unconnected to any scientific truths about the universe). Why should an artist draw metaphors from such a peculiar and totally extra-literary source? Especially when there are so many more intelligent (and intelligible) statements of the human condition which already exist—in our (non-science-fiction) literary tradition?

Despite its ultra-American, individualistic muscle-flexing, science fiction (largely American in origins and influence) is nonetheless collective in outlook, didactic, materialist, and paradoxically often intensely religious or mystical. Such a cluster of traits reminds one not only of medieval culture, but, possibly, of tendencies in our own, post-industrial culture. (...)

Science fiction is the only modern literature to take work as its central and characteristic concern.

Except for some modern fantasy (e.g. the novels of Charles Williams) science fiction is the only kind of modern narrative literature to deal directly (often awkwardly) with religion as process, not as doctrine, i.e. the ground of feeling and experience from which religion springs.

Like much "post-modern" literature (Nabokov, Borges) science fiction deals commonly, typically, and often insistently, with epistemology.

It is unlikely that science fiction will ever become a major form of literature.

lunes, 28 de noviembre de 2011

#8. Cyborgs. Artículo de Donna Haraway

El manifiesto cyborg de Haraway, originariamente publicado en 1985, ha engendrado abundante descendencia, demostrándose a posteriori que la metáfora del cyborg puede estirarse como el chicle. Si hace poco enlazábamos un artículo para el que el humano y su casa forman un cyborg, uno de los prologuistas de Simios, cyborgs y mujeres sugiere que, bien mirado, la adopción del lenguaje hizo del humano un cyborg hace muuuucho tiempo.

Ya, yo tampoco.

Donna J. Haraway (1995). Manifiesto cyborg. Ciencia, tecnología y feminismo socialista a finales del siglo XX. En: D.J.Haraway (1995). Simios, cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza, 251-311. Cátedra, Madrid.


Alternativamente, uno puede encontrar el libro entero en la red. El artículo figura a partir de la página 125 del documento.

Donna J. Haraway (1995). Simios, cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza. Cátedra, Madrid.

Si alguien se lo pregunta, lo que tienen en común los simios, los cyborgs y las mujeres es que son el más allá inmediato de la experiencia humana.

Ya, yo tampoco.


La traducción española es bastante horrorosa. Es mejor leerlo en inglés si es posible (ninguno de los enlaces lleva al artículo original en Socialist Review sino a la versión revisada de 1991).


Como mínimo, Haraway es una persona inteligente con algo que decir (dos rasgos demasiado escasos). Hasta dónde puede creerse que lo que dice tiene algún tipo de autenticidad, eso es otra cuestión.

lunes, 21 de noviembre de 2011

#7. Conferencias Ellmann de Margaret Atwood

Uno de los rasgos extraños del fándom de la CF es su afición a debatir sobre el sentido que debería darse, en todo el universo mundo, al término "ciencia-ficción". Supongo que es por eso que algunas personas encuentran de la máxima importancia que Margaret Atwood deje de llamar "ciencia-ficción" a las historias con calamares espaciales y "reconozca" por fin el contenido de ciencia-ficción de su propia obra.

En este contexto, su recién publicado In Other Worlds: SF and the Human Imagination, con ese componente de "La CF y yo", parece haber encendido algunas esperanzas de que la Atwood (Príncipe de Asturias hace bien poco, al igual que Fernando Alonso) se avenga definitivamente a entrar en el redil y se pueda procedar a capitalizar su nombre en la imaginaria lucha contra el mundo exterior. (Con Doris Lessing no tenemos suficiente, ya que el mundo exterior considera bastante generalmente que sus novelas clasificables como CF están entre las peores.)

La primera parte del libro se basa en las conferencias Ellmann de la canadiense en octubre de 2010, tres charlas de una hora en la Emory University (Atlanta). Pinchando en el enlace se las puede bajar uno, si quiere junto con las de Umberto Eco en 2008.

Para hacerlo es necesario tener instalado el maléfico iTunes; en el peor caso, uno puede instalarlo, bajárselas, hacer una búsqueda por "Atwood" para localizar en qué carpeta las ha metido, y desinstalarlo.


El orden correcto de las charlas no es el que aparece en la página, sino este:
1. Flying Rabbits
2. Burning Bushes
3. Dire Cartographies


El inglés es muy claro, y ella tiene una ironía suave y elegante que es muy agradable.

Por cierto, en la tercera charla Atwood parece reclamar, dos veces, la maternidad de la palabra "distopía"; la Wikipedia atribuye el primer uso del adjetivo "distópico" a J.S.Mill en 1868.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

#6. Star Trek Némesis. Reseña de Mike Stoklasa

Hay cosas que parecen imposibles. Entre ellas, que un tío pueda hacer una videorreseña de una película casi tan larga como la propia película, de más de 100 minutos de duración y con un epílogo de 19 minutos (la película es la última de Star Wars).

Y eso no es lo impresionante, al fin y al cabo de frikis el mundo está lleno: lo imposible es que uno se la vea con gusto hasta el final, y además las de las otras precuelas, varios Star Treks, y Avatar.

Personalmente abomino de ambas franquicias y tiene mérito que, no habiendo visto ninguna de las tres precuelas de Star Wars, Mike Stoklasa me haya hecho tragarme más de tres horas y media de vídeo donde explica lo malas que son.

He aquí un ejemplo del método Stoklasa. Son solo 38 minutos.

domingo, 6 de noviembre de 2011

#5. Arrepiéntete Arlequín. Guía de lectura

Me dice Bliss que no conjuro ninguna gana de leer los artículos enlazados :)

-Así que no te ha atraído la geoficción.
-No.
-Lo próximo que tenía pensado era del posthumanismo en un videojuego, ¿eso lo vas a leer?
-No.
-Vale. ¿La biopolítica?
-No.
-¿Y la narración transmedia?
-Tampoco.

Al final comprendí que... ¡lo que no le gusta son las palabras compuestas!



Arrepiéntete Arlequín dijo el Sr.Tictac (1965) es uno de los relatos más conocidos de Harlan Ellison: ganador del Hugo y el Nebula, y recogido en innumerables antologías.

Se puede encontrar el relato por ejemplo aquí. Mi consejo es leer en versión original, si es posible, los relatos del tipo "qué chulo es jugar con el lenguaje" (este, El tiempo entendido como una hélice de piedras semipreciosas, Tiernamente Fahrenheit, se los distingue ya por el título). El enlace está en español.

El relato tiene entradas en la Wikipedia en español (más pobre) y en inglés.

De todas formas, lo curioso es una "guía de lectura" que he encontrado y que es mucho más larga que el propio relato.

Tiene las siguientes partes (sí, sí, todas):

-Una breve introducción al relato similar a las que hay en la Wikipedia.
-Biografía del autor.
-Resumen del argumento.
-Personajes.
-Adaptaciones a otros medios.
-Temas:
--Conformidad e individualismo.
--Ciencia y tecnología.
-"Ejercicios propuestos" (por error están metidos en medio de todo lo demás).
-Estilo:
--Referencias.
--Utopías y distopías.
-Contexto histórico:
--El maccarthismo y la guerra fría.
--La guerra de Vietnam.
--"Comparar y contrastar" (cómo eran algunas cosas en los 60 y como son ahora).
-Visión crítica: que si para Fulanito el relato es una alegoría mítica, para Menganito una parábola de retórica deliberativa, y para Zutanito una historia apocalíptica, mientras que Perenganito critica que plantee una visión estática del tiempo*.
-Crítica: 4 textos extraídos de estudios del relato, con una breve contextualización de cada autor.

Es para usar en clase a nivel universitario, imagino que de posgrado.


*Recordémoslo: Un tío vestido de bufón que hace terrorismo tirando gominolas a la vía pública.

viernes, 21 de octubre de 2011

#4. Geoficción. Artículo de Alain Musset

En su libro De New-York à Coruscant (2005; ignoro si hay edición en español), Musset propone que las novelas y películas de CF son materias primas válidas para el geógrafo cuyo tema de estudio es la ciudad. El argumento es que en la ciudad de CF se proyectan, magnificadas, las disfunciones de las grandes ciudades contemporáneas.

Alain Musset (2006). Entre la ciencia ficción y las ciencias sociales: el “lado oscuro” de las ciudades americanas. EURE Revista Latinoamericana de Estudios Urbano-regionales 99, 65-78.

Es un artículo accesible, si bien no especialmente profundo, al centrarse en perseguir los paralelismos entre algunas ciudades de CF y las situaciones reales en que se inspiran. Aun así me ha parecido interesante.


Hace un par de días me preguntaba cómo sería una novela de CF en la que la ciencia fuera la geografía. Cómo no, eso ya está inventado y lo llaman geoficción: en ella, el eje es la creación de un espacio fuera del cual la historia no podría ocurrir tal como se narra. En lugar del contexto y los determinantes científicos de la acción, se incide en los geográficos. Obviamente, mucha CF tiene un componente de geoficción.


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Bonus (artículos que voy a aparcar aquí para echarles un ojo con más calma):

Jean-Benoît Bouron (2010). Cartographier l'imaginaire: un exercice géographique. Bulletin du Comité Français de Cartographie 205, 11-24.

(Sobre el caso más conocido de los mapas de territorios fantásticos. Incide en las mismas ideas que el anterior, con una sección titulada "Los geógrafos cartografían lo imaginario: utilizar la ficción para pensar lo real".)


Alicia Lindón (2008). Los giros de la geografía urbana: frente a la pantópolis, la microgeografía urbana. Actas del X Coloquio Internacional de Geocrítica.

(Si alguien está planteándose escribir CF con atención a la geografía urbana, parece un buen lugar para hacer minería de ideas. ¿No suenan bien palabras como "exópolis", "superburbios", "metroplexos"?)


Matthew Gandy (2005). Cyborg urbanization: complexity and monstrosity in the contemporary city. International Journal of Urban and Regional Research 29, 26-49.

(Está escrito en un estilo académico difícil de seguir, y soy algo escéptico sobre su valor más allá de un amasijo bibliográfico. En cualquier caso veré qué saco en claro. Tiene frases buenas como "El hogar moderno se ha convertido en un complejo exoesqueleto del cuerpo humano, al que provee de agua, calor, luz y otras necesidades básicas".)

lunes, 10 de octubre de 2011

#3. La singularidad tecnológica. Charla de Vernor Vinge

La singularidad tecnológica (Wikipedia) es un tema muy interesante. Es la hipótesis de que el aumento de la potencia de cálculo nos llevará "pronto" a crear entes con capacidades que nuestra mente no podría ya no controlar o gobernar, sino meramente asimilar.

Hace unos días Sergio Mars enlazó al texto original de Vernor Vinge (1993; aquí está en otro sitio).

En español tenemos la charla siguiente, de contenido muy similar pero algo más actualizado.

Vernor Vinge (2002). La singularidad tecnológica. Charla entrega premio UPC novela corta.

#2. The Cambridge companion to science fiction

Buscando otra cosa en Google me crucé con esto. Qué duda cabe de que uno puede entretenerse un rato con ello (325 páginas).

Edward James, Farah Medlesohn (coordinadores). The Cambridge companion to science fiction. Cambridge University Press, 2003, Cambridge.

Leer un PDF en pantalla es muy incómodo y en este momento el libro está en amazon.es por 16'35€; más claro no lo puedo decir.

El volumen se estructura en tres partes: historia de la CF, enfoques críticos, y subgéneros y temas. Parte I: Antes del género; La era de las revistas (1926-60); La Nueva Ola (1960-80); De 1980 a hoy; Cine y televisión; El papel de los editores. Parte II: Enfoques marxista, feminista, posmoderno y queer. Parte III: Iconos de la CF; La CF y las ciencias biológicas; Hard; Space opera; Historia alternativa; Utopías y antiutopías; Política en la CF; "Género"; Raza; Religión.

Los capítulos son de 12-15 páginas y están redactados en un estilo accesible (según un sondeo aleatorio y considerando que un texto académico es, por sus propios objetivos, más árido que otros). Muchos de los autores son escritores profesionales o llevan muchas décadas en esto, lo que se nota en el buen fluir de los textos.

No puedo valorar el contenido porque aún sólo he leído la introducción de Mendelsohn. Es irregular aunque con partes muy interesantes y casi siempre muy clara. Toma Schild's ladder de Egan (inédita en España, creo) como prototipo de novela de CF, razonando que además recapitula en su estructura la historia del género. La elección no es mala: ¿quién mejor que Egan en estado concentrado para convencer a cualquiera de que las estrategias de lectura de la literatura "normal" no son universalmente útiles? También defiende que la CF no es un género, aunque así la llama en algún lapsus, caracterizándola más bien como un debate y un modo de escribir.

No conozco a Mendelsohn, lo que no es sorprendente pues me gano la vida con otra cosa. Aun así hay detalles que me provocan alguna desconfianza. El concepto de "extrañamiento cognitivo", aunque introducido en la crítica de CF por Suvin, en realidad éste se lo asigna directamente a Bertolt Brecht (en quien imagino que ya procedía del "extrañamiento" o "desfamiliarización" de Shklovski que para los formalistas era el rasgo característico de la literatura). También iguala el novum de Suvin con el what if, lo que me genera una sensación no de what if sino de WTF bastante importante. Finalmente, como ejemplo de metáfora de CF presenta el inicio de Los desposeídos de Le Guin, un fragmento cuya calidad Delany criticó duramente por razones para mí muy válidas. Seguro que en el corpus de la CF se pueden encontrar metáforas en un envoltorio más lucido.

Son imprecisiones: ni siquiera en el peor caso son errores, claro; pero, si se supone que es una experta mundial aprobada por Cambridge University Press para dirigir este proyecto, que se supone, ¿por qué un lector de a pie -y poco aplicado- como yo tiene que encontrar defectos en el texto? ¿Ha hecho el lector algo para merecer eso?

En fin, a ver qué tal está el libro.

#1. Vieja entrevista con Stanislaw Lem

Leer a Lem es un gusto porque es capaz de mantener en el aire muchas más bolas que uno, y además pensar en sus trayectorias desde muchos más puntos de vista.

Istvan Csicsery-Ronay (1986). Twenty-two answers and two postscripts: an interview with Stanislaw Lem. Science Fiction Studies 40.

Los números agotados de SFS desde su inicio en 1973 están disponibles en la red y he empezado a leérmelos. Por desgracia los artículos se han convertido a HTML, lo que hace incómoda su lectura, y no hay referencia a los números de página originales.

Lem es un colaborador relativamente habitual en los primeros números. Aún no sé si siguió después del conocido incidente de su expulsión de la SFWA, pero apuesto a que no. Intelectualmente estaba en otra liga que casi todos los firmantes de la revista. Algunos pretendieron "ponerle en su sitio" (entre ellos un Benford al inicio de su carrera), supongo que por su estilo de crítica a lo vivo y sin anestesia, o por motivos sociológicos.

Iré enlazando a algunos de esos artículos al blog, en todo caso si a alguien le urge aquí los tiene.


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PD: La novela a la que se refiere en la entrevista como The scene of the crime es Regreso a Entia.

#0. ¿De qué va esto?

Cuando era muy pequeño, mi madre nos contaba historias de la Biblia. Como buen niño tenía problemas para interpretar algunos pasajes, aunque a base de darles vueltas conseguía volverlos más manejables. ¿Cómo se le ocurrió a José que siete vacas flacas significa que se avecinan siete años de hambre? Bueno, si las vacas están flacas se puede pensar que no comen, y por tanto que tienen hambre. En cuanto a la duración de la hambruna, está claro que, a más vacas, más hambre. Vale. Más difícil: ¿Cómo puede ser que uno venda su primogenitura por un plato de lentejas, si está claro que cuando se las coma ya no le va a quedar nada? Bueno, será que tenía mucha hambre, quizá tenía tanta que pensaba que se iba a morir si no comía en ese mismo momento. Y vaya disgusto se llevarían sus padres si moría.

Pero había algo más difícil incluso que entender por qué Holofernes durmió en la misma cama con Judith antes de saber si podía fiarse de ella. No, no me refiero a cómo los israelitas limpiaron de arena el maná -soplando- sino al episodio de la muerte de Moisés, cuando contempla al otro lado del Jordán la tierra prometida a la que tiene negado acceder. Anda, a ver quién le explica a un niño que (y por qué) solo pueden cruzar el Jordán los que no llevan el estigma de la época anterior.

La ciencia-ficción invita a pensar. De hecho, la CF es en sí misma un tema de reflexión tan digno como cualquier otro. No hay ninguna razón constitutiva por la que el pensamiento motivado por o sobre la CF no pueda ser equivalente a cualquier otro. Pero tampoco lo es por fuerza, por el mero hecho de existir.

Y como soy un simple que cree que los saltos cualitativos llegan por intervención de individuos especialmente brillantes y dados al trabajo duro, no por el poder de los números ni por el apilamiento de buenas intenciones, hace meses empecé a preguntarme dónde están esos individuos en nuestro país.

Mi impresión pesimista es que están sobre todo en el futuro. Hoy tienen 16 años, o 14, y la diferencia es que tienen Internet a su disposición. Cuando ganen el uso de razón, a poco que se hayan esforzado por formarse un criterio tendrán la cabeza mucho mejor amueblada y la caja de herramientas mucho más llena. Ojalá lo suficiente para dejar de dar vueltas en redondo por el desierto del Sinaí, una actividad favorita de la intelligentsia del colectivo aficionado.

O no, así lo veo yo en cualquier caso.

La idea es simple. Imaginemos que esos protopensadores y críticos leyeran un texto interesante cada dos semanas. Para cuando, dentro de ocho años, empiecen a tener cosas que decir, pueden haber leído así 200 textos. Si quieren. Vendrían a ser unos 190 más que los que había leído yo, que tampoco me hice pensador ni crítico pero sí agradecería que me hubieran facilitado un texto estimulante sobre una de mis aficiones cada quince días.

A fecha de hoy me puedo permitir el tiempo de elegir un texto para cada dos semanas. En mi campo de trabajo tengo un blog similar, con lo que la mecánica la tengo cogida; pero no puedo mantener una mayor periodicidad, más deseable. Por supuesto, la elección de contenidos será idiosincrática, y en muchos casos absurda o con excesivo sesgo hacia lo abstracto y teórico. Y en inglés las más de las veces. Los contenidos que uno puede esperar son los siguientes:

-Reflexiones o críticas que me parezcan instructivas en algún aspecto.
-Textos de interés sobre temas literarios, científicos, etc.
-Materiales varios para abrir la mente al protopensador de la forma más heterodoxa posible.
-Cosas que me interesen a mí y quiera tener archivadas en algún sitio, aunque en realidad sean un rollo patatero...
-...o que he enlazado alguna vez en mi blog y encajan aquí.

Es indiferente que las ideas defendidas sean las mías o no. La condición es que se pueda acceder a ellos gratuitamente en Internet. Las cualidades positivas de cada texto serán más o menos, o muy, discutibles, claro, y obviamente ese imaginario "protopensador" hará mejor en buscar su propio camino que en creer que sé lo que hago.

Y mientras dilucidamos si él y ella, esos "protos" que en el futuro nos han de procurar alimento mental, están ahí fuera o no, espero que los enlaces proporcionados sean de interés para alguien :)